Un noble estímulo de superación y progreso
El año empieza a acabarse y lo hace a tropezones, esencialmente en el panorama politico, obsevándose a dos de los ministros con carteras importantes faltándole el respeto a los ciudadanos, con maniobras a destiempo para la nominacio a la presidencia de la republica olvidandose de su responsabillidad que tienen en el desempeno de sus funciones, el subsidio al sector electrico como matriz de costo, en la seguridad ciudadana y en corregir la alegre podredumbre en el precio de la impunidad. Cada dia hay un escándalo y no hay el tiempo para aclararlo porque al siguiente dia la noticia de otro suceso similar es mas alarmante. Hemos perdido la capacidad de reaccionar, por tal razon no exigimos nada porque simplemente no esperamos nada. Por otro lado algunos esperan con mucha ilusion la aroma y alegria, del verdadero sentido de la Navidad!.. Cuantas imagenes evocan en la mente de grandes y chicos esa magica palabra!... donde los ninos esperan con gran expectativas sus regalos y los adultos se ocupan de la decoracion, los preparativos para la cena de navidad y la compra de obsequios para los seres queridos. Inevitablemente es una epoca donde se agitan las fantasias inconscientes, que se manifiestan con una carga profunda de reflexiones de lo que se ha vivido durante el ano, de lo que se ha alcanzado o dejado de alcanzar. De las relaciones que se establecieron y de aquellas que dejaron de existir. De los seres queridos que partieron y de la interaccion con aquellos con los que compartimos nuestro diario vivir. La tristeza o alegria que experimentamos ante estas reflexiones depende de la valoracion de los acontecimientos que trazan nuestra existencia. Dejemos atrás, los “si yo fuera”; “si yo tuviera” o si esto no me hubiera pasado. No olvidemos; en los momentos de mas intenso dolor en la vida, hay un rayo de esperanza, una luz que ilumina el camino y nos permite encontrar alegria donde parece haber solo tristeza, En fin, para la despedida del 2013 y las fiestas navidenas, no debe haber lagrimas ni llantos, pedirle la bendicion al Rey de Reyes, y que la inseguridad que hoy nos invade, no sea un castigo duradero sino un noble estimulo de superacion y progreso futuro.