ORLANDO DICE...
Inauguramos la era de los precandidatos articulistas
AUTOR.- El ex presidente Hipólito Mejía publicó un artículo en El Nacional del pasado sábado, en que refiere los temores de amplios sectores nacionales de que las diferencias entre los grupos lleve al PRD a la división, al tiempo que hace un llamado a la unidad para desplazar del gobierno al PLD. La preocupación no es nueva, pero sí válida. Esas apreciaciones no son fortuitas, sino hijas o consecuencia de un temperamento y de unas actuaciones. Los perredeístas originan esas condiciones porque no son capaces de pensar de forma anticipada e irse alante, ya no al hecho, sino a la posibilidad. Si Mejía se vale de la página de opinión de un periódico para expresar sus aprensiones, cuando su medio natural es la palabra hablada, hay que suponer que los caminos usuales de entendimiento están cerrados. Infranqueables, mejor dicho. Todo el mundo sabe que el ex jefe del Estado no es hombre de gabinete, de sentarse a poner en blanco y negro sus ideas, como podría hacerlo un Leonel Fernández, o hicieron Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez... ARTICULISTAS.- Miguel Vargas es otro tanto. Tampoco es un hombre de pluma fuente, y cuando la toma en sus manos, es más para calcular que para escribir. Ahora, como palabras traen respuestas, y no es apropiado que se conteste por correo ordinario lo que llegó por e-mail, podría inaugurarse un nuevo capítulo en la política dominicana: la de los candidatos articulistas. Así, podría producirse a distancia un intercambio interesante entre Mejía y Vargas, y resolver por escrito lo que no han podido de modo coloquial. Incluso, fuera bueno conocer los responsables de esa nueva tarea, los ghostwriters, pues una competencia de prosa requiere de un superior talento, de mayor elaboración y de una elegancia que sea natural. Deberán cuidarse, eso sí, de no engolar demasiado, pues a Mejía y a Vargas, en todo caso, les resbalaría la afectación, y de no ser ellos, o por lo menos parecerse, el propósito sería un total fracaso. Además, tendrían un amplio público asegurado, ya que los blogs de seguidores y amigos reproducirÏan sus respectivas piezas... LA SEMANA.- El llamado de unidad hecho por Hipólito MejÏa en su artículo del pasado sábado en El Nacional, se produjo en la víspera de una semana que los seguidores de Miguel Vargas adelantan como gloriosa para su causa. Se habla por lo bajo y también a viva voz que dirigentes de importancia pasarán a formar parte de su proyecto político, con lo cual asegurará ventaja frente a su principal contendor MejÏa. Vargas estaría devolviendo los golpes de semanas atrás, originándose un movimiento pendular que beneficia a los bandos de manera circunstancial, pero no así al partido, ni a los objetivos finales de alcanzar el poder, pues es gente que ya estaba en la casa que se pasa de una habitación a la otra. Por ejemplo, la semana pasada fue Eligio Jáquez, y en esta se habla de Jesús Colón y Aníbal García Duvergé, dos precandidatos. Dicen por los pasillos, y con evidente inquina, que esos apoyos aumentan la nómina, pero no la matrícula, pues si se entregan tan temprano, fue porque no pudieron provocar corrientes de simpatía a su favor... EL TIEMPO.- De aquí a marzo es mucho el tiempo que falta, por lo que ese transfuguismo (“a lo interno”) podría acentuarse. Ahora, hay quienes creen que no hay espacio o gente para que ese movimiento pendular se mantenga, y eso porque no conocen al PRD. La fuerza de Miguel Vargas, dicen, está en funcionarios de elección, como alcaldes y diputados, hecho que tiene que ver con el reparto desigual de candidaturas que se denunció en su momento. Hacia esos litorales apuntan las diligencias de Mejía y los suyos, y anuncian futuras deserciones, pero parece que hay más aguaje que otra cosa. ¿Con qué hacer promesas a alcaldes o diputados? Estos tienen sus propios medios, pues llegaron y se mantienen por clientelistas. Aunque sin golpes de efecto, la lucha interna se tornará aburrida...