ORLANDO DICE...

Efectos de las encuestas de Miguel Vargas

La dianaMiguel Vargas le dio en la diana a sus adversarios internos con la publicación de tres encuestas, hechas por firmas diferentes, pero que lo colocan por encima (mucho a poco) de sus competidores en todos los escenarios. Para dirigir el partido y como candidato a las elecciones del 2012. La reacción de los grupos de Hipólito Mejía y Luis Abinader no se hizo esperar, y lo dice todo: fueron desbordados y puestos a la defensiva. La movida, por tanto, fue inteligente. El caballo del MVP se vio obligado a correr por el carril de afuera, ya que por dentro no hacía más que acumular “derrotas”. Cada vez que se celebraba una reunión en los organismos de dirección, sus contrarios se coaligaban e imponían sus posiciones, como sucedió en más de una ocasión en la Comisión Política y Comité Ejecutivo Nacional. Sin alternativa posible, recurrió a la instancia donde se sabe superior: las bases, que siguen fieles en un ochenta por ciento promedio a quien fue su candidato presidencial en los comicios del 2008. Lo que más duele a sus oponentes es que les dio de su propia medicina, pues tanto MejÏa como Abinader son fanáticos de las mediciones. Pueden censurar la oportunidad, y tal vez aspectos técnicos ñcomo el universo de votantes potenciales--, pero no descalificar los números, ya que coinciden con los resultados de sus sondeos... La directoraLa gota que parece rebosó la copa de la paciencia de Miguel Vargas fue lo sucedido en la comisión organizadora de la convención, donde fue derrotada su candidata a directora ejecutiva, Peggy Cabral, y ganó “un hombre de Ramón” Alburquerque: Rafael Urbáez. Sobre este incidente hay dos versiones y una realidad. Era fácil prever ese fracaso, pues la correlación de fuerzas está a favor de sus oponentes en un dieciocho a cinco. ¿Por qué probar su suerte en una lotería de engaño? Una, dicen que la señora Cabral aseguró que había “amarrado” votos suficientes para alzarse con la posición, sin darse cuenta de que le habían soltado soga para halarla de golpe. Dos, que se quiso explorar el ánimo de sus adversarios, de si estaban dispuestos a ser flexibles o persistían en su carácter avasallante. Si es porque la coalición de MejÏa, Abinader y Alburquerque le de oxigeno, la gente de Vargas no va a respirar. La realidad es que quieren y necesitan asfixiarlo en junio y sacarlo de competencia para la candidatura presidencial del 2012. Lo bueno es que en cada encuentro MejÏa llama aparte a Vargas, le confía que está maniobrando entre los suyos, pero que pierda cuidado, que no se hará nada en su contra. Después viene el golpe, y sin aviso. Los tropezones están obligando a levantar los pies y a recordar a Juan Bosch en “si me engaña una vez, sinvergüenza es; si dos, sinvergüenza yo”... Mala lecheEl golpe de las encuestas fue preparado con mucho cálculo y mala leche, de manera que no sólo provocara efecto numérico, sino anímico. Luis Abinader todavía no se repone, pues Miguel Vargas penetró sus líneas, se adentró en su territorio y consiguió que trabajara para la causa su soldado más valioso: Leonardo Aguilera. De los tres sondeos que publicó la semana pasada, hay uno del Centro Económico del Cibao, y que produjo gran desazón en Abinader, puesto que hasta ese momento las encuestas de Aguilera eran la mejor pieza de su estrategia. Se han dicho dos o tres verdades, y posiblemente hayan roto sus relaciones, que venían de padre a hijo. Vargas, por su parte, no sólo restableció sus vínculos con Aguilera, sino que --si quisierañ podría llenarse la boca diciendo que hasta con sus propios instrumentos le gana la partida. De seguro que ese pleito no se acaba ahí, pues hay un subproducto que si se hiciera público pondría en apuro a Abinader, y que penderá sobre su cabeza como la famosa espada de Damocles. La lealtad de Aguilera no está en cuestionamiento, pues había informado previamente su reunión con Vargas y Andy Daujahre, así como el propósito de la medición que hizo, que se circunscribiría a Santiago. Abinader lo que reclama es que se le había dicho que para la presidencia del partido y no de la candidatura del 2008...

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