EXPRESIONES
El castigo
La penalización tiene como objetivo castigar a quien no ha cumplido un compromiso o ha violado alguna disposición legal. La sociedad impone diferentes sanciones a quienes, consciente o inconscientemente, cometen alguna infracción. Es lo que debe suceder. Aquí, sin embargo, la realidad parece otra, al menos con el pago de los impuestos. Quienes pagamos al Estado por los servicios que ofrece; los que tratamos de seguir el camino correcto, somos víctimas, si se quiere con zaña, de presion y maltratos. Quienes pagamos la recogida de basura, la energía y el agua, recibimos como castigo amenazas constantes de aumentos y cortes. Aquellos que no lo hacen no reciben facturas altas, ni comunicaciones amenazantes, ni llamadas telefónicas inoportunas a cualquier hora del día o de la noche. Quienes pagamos impuestos por la licencia de condu cir, la revista de vehículos, placas de nuestros automóviles, recibimos como premio las multas constantes por “cualquier quítame esta paja”. Mientras, los choferes de voladoras y carros destartalados, sin licencias o con ellas vencidas, transitan calles y avenidas sin ninguna dificultad y sin cumplir con estos requisitos. Pero no nos castiga sólo el Estado. Si el empresario o el banquero quiere una nueva casa en Boca Ratón, Miami o un yate moderno, aumenta sus servicios bancarios, sus tarjetas de crédito, su mercancía y... todos a pagar sin alternativa. Mi lamento no es porque no quiera pagar, al contrario, quiero hacerlo cada día con mas fe y entusiasmo. Pero deseo equidad. Quiero ver de vuelta el beneficio por esos pagos que hago mes tras mes al Estado. Quienes pagamos impuestos por responsabilidad u obligación no debemos recibir esos castigos. Necesitamos que nos den un mejor tratamiento. Los que estan dirigiendo el país, desde el Congreso o el Poder Ejecutivo, deben saber que no pueden seguir cargando tanto el dado hacia este lado. Porque... tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe.