Met Gala
Moda, poder y narrativas en la alfombra del Met Gala 2025
Met Gala es mucho más que una noche de glamour: es una estrategia de comunicación envuelta en seda, lentejuelas y declaraciones estéticas
- De Cerca

Celeste Pérez.
Cada primer lunes de mayo, Nueva York se detiene para rendir culto a una de las expresiones más fascinantes del lenguaje humano: la moda. La escalinata del Museo Metropolitano de Arte se transforma en escenario, pasarela y manifiesto. Pero lo que el mundo conoce hoy como la Met Gala es mucho más que una noche de glamour: es una estrategia de comunicación envuelta en seda, lentejuelas y declaraciones estéticas.
Todo comenzó en 1948, cuando la publicista de moda Eleanor Lambert —una de las pioneras del estilo americano y fundadora también de la lista Best Dressed y de la New York Fashion Week— organizó una cena benéfica para recaudar fondos en favor del Costume Institute del MET. Aquella noche elegante y privada sería el germen de un fenómeno global.
Décadas después, bajo la dirección visionaria de Anna Wintour, editora en jefe de Vogue, la gala evolucionó hasta convertirse en uno de los eventos culturales y mediáticos más esperados del año. Hoy, no solo se recauda dinero para una causa museística, sino que se construye narrativa, se define estilo y se redibujan los códigos del poder simbólico en el vestir.

Anna Wintour en la gala benéfica del Instituto del Traje del Museo Metropolitano de Arte, que celebra la inauguración de la exposición "Superfine: Sastrería de Estilo Negro".
Foto AP)
En el Met Gala, la moda no adorna: comunica. Cada mirada es un mensaje. Cada paso sobre la alfombra —que ha reemplazado el tradicional rojo— es una toma de posición estética, ideológica o emocional. Diseñadores, artistas, estilistas y celebridades se convierten en emisores de una idea que traspasa telas y se vuelve viral en segundos.
La moda, en este contexto, no es frívola. Es estrategia. Es una herramienta de visibilidad y construcción de marca personal. Y por eso el Met Gala ha sido utilizado, en los últimos años, como un espacio para hablar de religión, inmigración, inclusión, sostenibilidad, arte y resistencia. Lo que se ve sobre la alfombra es lo que se quiere decir al mundo.
2025: un homenaje al dandismo negro

Diana Ross asiste a la Met Gala 2025, que celebra "Superfine: Sastrería de estilo negro", en el Museo Metropolitano de Arte el 5 de mayo de 2025 en la ciudad de Nueva York
La edición de este año, titulada “Superfine: Tailoring Black Style”, viajó hasta el siglo XVIII para explorar el dandismo negro como forma de expresión, resistencia y redefinición del vestir masculino. Es, sin duda, una de las propuestas más conceptuales y profundas de los últimos años. La exposición, que permanecerá abierta en el Costume Institute hasta octubre, está curada por Andrew Bolton y Monica L. Miller, autora del influyente libro Slaves to Fashion: Black Dandyism and the Styling of Black Diasporic Identity.
En un contexto donde el traje ha sido históricamente símbolo de poder y pertenencia, esta propuesta busca reivindicar cómo las comunidades negras han usado la sastrería con elegancia, orgullo y estrategia para desafiar los estigmas, apropiarse del espacio y narrar su identidad.
Es la primera vez en casi dos décadas que la exposición se enfoca exclusivamente en moda masculina. Y en otro gesto significativo, LeBron James fue designado presidente honorario de la gala, consolidando la unión entre cultura, deporte, estética y discurso racial.

A$AP Rocky en la Met Gala
El Met Gala es una vitrina de oportunidades. Para los diseñadores emergentes, vestir a una celebridad puede significar el salto a la fama global. Para las casas de moda, es la oportunidad de reafirmar su identidad o reinventarse. Para las celebridades, es un acto de construcción de imagen pública y reputación.
En los últimos cinco años, el Met Gala ha jugado con los límites de la moda como arte y como ideología. Desde “Heavenly Bodies” (2018), donde religión y diseño cruzaron fronteras, hasta “Camp” (2019), donde la exageración fue elevada a arte. En 2021 y 2022, se repensó la identidad americana con foco en la inclusión. En 2023, se homenajeó la sobriedad y el genio de Karl Lagerfeld. Cada edición ha sido una cápsula de su tiempo, una vitrina que nos muestra qué valoramos, a quién celebramos y cómo queremos ser recordados.
En una sola noche se generan millones de visualizaciones en redes sociales, cobertura en prensa internacional y activación de tendencias que influirán en colecciones completas. Detrás de cada vestido hay un equipo de comunicación, relaciones públicas y branding calculando cada detalle.
La Met Gala 2025 lo deja claro: el estilo no está reñido con la profundidad. La moda no solo viste, también revela. Es una herramienta poderosa para contar historias, encender debates y transformar percepciones.
La gran ausencia: André Leon Talley

Andre Leon Talley.
Entre los homenajes y discursos, una figura brilló por su ausencia: André Leon Talley, el editor, crítico y leyenda del mundo editorial que durante años fue rostro y voz imprescindible en el Met Gala. Su estilo era más que extravagancia, era una celebración del poder negro en la moda, una clase de historia viva, una afirmación de que la estética puede ser también un acto político.
Talley, fallecido en 2022, encarnó el dandismo afroamericano desde antes que existiera un homenaje. Y aunque su sombra elegante estuvo presente en la memoria colectiva, su falta de reconocimiento oficial en esta gala centrada en su propia narrativa ha generado reflexión en los círculos culturales. Y queda una pregunta en el aire: ¿Por qué olvidaron a André?
¡Hasta el lunes!