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¿Soy el espejo de alguien?

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Ivelisse VillegasSanto Domingo

El otro día leí un cuento chino anónimo en el que una mujer le dice a su esposo que le compré un peine, a él se le olvida el encargo y termina llevándole un espejo. Cuando la señora se mira en el espejo comienza a llorar y le comenta a su madre, que su esposo la está engañando, porque la mujer que ve no es ella, es otra más hermosa, de ojos y cabello espectaculares, se lo pasa a su madre y cuando esta se mira, le dice- yo veo a una mujer vieja.

Es decir, cada uno se ve en el espejo como se siente y se proyecta hacia los demás, para muchos la joven esposa tiene mucho ego, o una alta valoración de sí misma, en cambio la señora vio la vejez como su único valor a través del espejo, el cual desde su invención hace más de 200 años, por el químico alemán Justus von Liebig, es reflejar la imagen.

Ahora, por muy modernos, bonitos y luminosos que parezcan los espejos que conocemos no son perfectos. Y esto responde a lo que me sucede a menudo que me he visto en distintos espejos y siempre elijo el que me proyecta mejor, aunque no sea verdad. Sé es fiel a este mandato subjetivo.

Verse en un espejo al levantarse, no significa lo mismo que al acostarse. Ambos momentos responden a necesidades distintas, es un aliado sililente. Es con quien hablamos, le hacemos preguntas y muchos ni se miran por miedo a lo que ven… o simplemente, como le pasa al actor Johnny Depp que huye de los espejos. Es considerado uno de los más bellos de Hollywood y dijo en una entrevista que si pudiera evitar verse en el espejo cuando se cepilla los dientes, lo haría.

El espejo, aunque no es perfecto, te dice muchas verdades. Te marca la carrera del tiempo, y según tus criterios y valoraciones tendrá la capacidad de elegir si verte en el espejo ajeno; aquél que encontramos en nuestra madre, padre, hermanos, o simplemente, cualquier personas que con sus acciones o situaciones que le pasen, ya sean negativas o positivas, son un espejo para nosotros vernos y saber si nos veríamos igual que ellos, si nos pasa o hacemos lo mismo. Es una posibilidad inherente.

O mirarte en tu propio espejo para tener una conversación, como suele pasar a menudo, sobre cuáles son tus capacidades, herramientas, tus anhelos, tus pasiones, que camino te espera en la vida, hacia dónde vas con tus proyectos personales y profesionales o cuando solo necesite de la verdad…