De cerca

Juan Pablo Duarte: Un líder humano

Historia

El amor tocó a su puerta, mas, como todo mártir, los deleites de la vida, la pareja y matrimonio, les fueron negados.

Este 26 de enero se conmemora el 207 aniversario del nacimiento de Juan Pablo Duarte. Héroe y fundador de República Dominicana. Mucho se ha escrito sobre él, pero nunca será suficiente para honrar su vida y obra.

En este día especial para los dominicanos, recordamos nuestra conversación con la historiadora y escritora María Teresa Ruiz de Catrain, quien no duda al sostener que “Duarte amó intensamente esta patria”. Hablar con ella es siempre un privilegio. Su conocimiento sobre la historia y ese don especial que posee para contarla, tienen la virtud de trasportar a quien la escucha al momento mismo de los hechos, aprender y reflexionar. Aquí un resumen de la publicación de Listín Diario, en la que resalta las cualidades humanas del Padre de la Patria.

Poco se conoce de la vida íntima de Juan Pablo Duarte. “Todos los historiadores coincidimos en que Duarte era un hombre afable, amigo de las tertulias, de las artes y sobre todo de la música. Estudió y se refugió en sus momentos de soledad y frustración en la flauta y la guitarra”, dice Catrain.

La historiadora explica que “al igual que todo hombre, el patricio vivió sus momentos de luces y sombras. Como habitante de esta parte de la isla, fue sometido a las férreas leyes que humillaban y despreciaban nuestra fe, lengua, educación… en fin, nuestra cultura; acontecimientos que fueron templando el alma del patricio”.

A pesar de ser un joven muy inquieto, también saboreó esa ilusión especial de estar enamorado y durante su juventud mantuvo varias relaciones sentimentales. “El amor tocó a su puerta, mas, como todo mártir, los deleites de la vida, la pareja y matrimonio, les fueron negados”, sostiene la escritora.

Según el libro “Así era Duarte”, de la autoría de la historiadora Ángela Peña, la primera relación formal la sostuvo a los 23 años con María Antonia Bobadilla. Duarte le regaló un anillo de compromiso que se encuentra en exhibición en el instituto Duartiano. Prudencia Lluberes fue la segunda novia de Duarte con quien llegó a formalizar una relación que se vio interrumpida debido a su destierro y su posterior padecimiento de tuberculosis. Se habla también de un romance platónico que tuvo en Venezuela.

“¿Tienes amigos?” Preguntaba Duarte en una carta dirigida a Félix María del Monte. “Prepáralos –añadía- porque los días se acercan y procura que no se descarríen…” ese es el Duarte que vivió el humano sentimiento de la amistad, y que hizo de esa cualidad intrínseca de la sociabilidad del hombre un medio para forjar voluntades en provecho del bienestar general.

Duarte apostaba a la amistad sincera y leal, por lo que crea una cadena de afectos entre los amigos que podían laborar a favor de la separación absoluta del país de la dominación haitiana. “No existen dudas de que Duarte fue un hombre digno. Conocedor de que el arte, sobre todo el del teatro y la palabra, es un vehículo ideal para llegar al alma y a la mente de los pueblos, creó la Dramática y la Filantrópica, sociedades que, basadas en textos que exaltan la libertad, sembraban el amor y deseo por la separación e independencia”, concluye Catrain.