Realeza
A Meghan Markle la traicionan los nervios y ‘falla’ al protocolo real
Sin duda los últimos meses han sido de grandes pruebas para la nueva duquesa de Sussex, Meghan Markle, que se ha tenido que enfrentarse a varias ‘primeras veces’.
Hace algunos días ‘estrenó’ el balcón del Palacio de Buckinjam en el Trooping the Colour, en honor a la reina Isabel II. Allí dejó ver algunos signos de nerviosismo pero logró salir airosa y cumplir el protocolo con ayuda de su esposo, el príncipe Harry. Este jueves vivió otro día clave para sus nuevas funciones: su primer acto a solas con la Reina de Inglaterra.
La Duquesa de Sussex acompañó a la reina Isabel II a un compromiso oficial, la inauguración de un puente y un teatro regional en el noroeste de Inglaterra. La ex actriz estadounidense usó un vestido de Givenchy color crema, con una capa en los hombros y un cinturón. La reina Isabel II vistió un conjunto verde lima.
Meghan, en cumplimiento del protocolo, iba unos pasos por detrás de la Reina al ser recibidas por una multitud en la ciudad de Runcorn, cerca de Mersey Gateway Bridge, donde asistieron a la inauguración.
Pero la prensa británica ha reseñado una ‘falla’ de Meghan frente a la Reina: Ambas fueron escoltadas hasta un auto que las esperaba, pero antes de abordar, la Duquesa se confundió e hizo un gesto a la Reina para que subiera primero, al parecer por desconocer, o no recordar, que la reina Isabel prefiere ir detrás del conductor.
El experto en etiqueta, William Hanson, explicó en el diario Dayli Mail que la reina Isabel se sienta detrás del conductor por habito, no por protocolo, ya que la regla establece que la persona más importante se sienta diagonalmente detrás del conductor. Sin embargo, este detalle Meghan debía tenerlo presente.
Otro de los descuidos que cometió la Duquesa fue sentarse en público con las piernas cruzadas, hábito que no es adecuado en un acto oficial.
Judi James, una experta en lenguaje corporal, analizó el comportamiento de Meghan y sugirió que la duquesa tenía mucho nerviosismo, pues se tocaba constantemente su cabello. Recordemos que la realeza es entrenada para controlar sus gestos y emociones.
La reina Isabel II y la Duquesa de Sussex viajaron durante una noche en el Tren Real Británico, uno de los medios de transporte preferidos por la monarca. El tren cuenta con cómodos dormitorios, comedores y oficinas.
Para conmemorar su primer acto junto a su nieta política, la Reina le obsequió un impresionante regalo: un par de aretes incrustados con perlas y diamantes.