Apuntes del Este

Enamorado de RD

En ocasiones, somos testigos de acontecimientos y conocemos de personas y acciones que debemos registrar. El accionar periodístico nos da la oportunidad de conocer, un poco más de cerca, a figuras, personalidades y situaciones de interés para los lectores. Ver en revistas y periódicos a famosos no es lo mismo que de forma personal. Es diferente cuando los tienes cerca, observas sus movimientos y reacciones, que te hacen tener una percepción clara, de quien se trate. Como periodista, desde la región Este, he sido testigo de muchos acontecimientos con figuras, que desde mi punto profesional y personal es importante compartirla.

El capricho de Redford Hace varios años, viví una de las mejores y saboreadas vivencias en mi afán periodístico, fue cuando conocí al aclamado Robert Redford, reputado, como una de las grandes estrellas del celuloide, desde la época de los 70. Siendo una de las más reconocidas figuras de la industria cinematográfica, siempre ha mantenido su pinta de original, y a veces, autoritario. Por tal razón se ha cotizado y sobresalido como actor, director, productor y filántropo. Una mañana, mi amigo Emilio Vásquez, me dijo: “Mañana, vamos a pasar el día con Robert Redford. Viene a mi casa”. Sonreí, no porque no le creyera, sino por lo de todo el día con una figura como él, protagonista de los mejores filmes de la época. No lo creía, que ahora tendría la oportunidad de verlo, entrevistarlo y tenerlo al frente, siendo yo un enamorado de las primicias. Todavía no se rodaba, “Habana en el país”, pero su fama por ser del selecto grupo de Hollywood, era descomunal. La emoción era mayor cuando recordaba su participación en las escenas de ‘All The President’s Men’, ó ‘Los Hombres del Presidente’, estrenada en 1976, y que junto a Redford con Dustin Hoffman, basada en una investigación de dos reporteros del The Washington Post en el escándalo del Watergate, razón obvia, por lo que la historia me cautivó. Versaba sobre la importancia de la libertad de prensa y los peligros del poder sin control, siendo nominada a más de siete premios Oscar incluyendo Mejor Película. Era un sueño hecho realidad. Se me aclaró que, cero asedio, cero entrevistas; ni cámaras, ni grabadoras. A regañadientes lo acepté... aunque no lo cumplí. Llegó el día, estuve más temprano que el invitado, seguí instrucciones del anfitrión y allí, en una hermosa villa del resort Casa de Campo en La Romana, lo vi por primera vez. Estaba vestido con un t-shirt azul, pantalón corto, blanco. Así arribó el personaje, en su avión privado, sin aparataje, mucha discreción y atenciones VIP. Ya en la villa seguí sus pasos, me acerqué y así me lo presentaron, y a la primera oportunidad, de inmediato, lo abordé en un ‘brake’, mientras Emilio Vásquez le daba cátedra de tenis, para saber qué era lo que más le gustaba de este país y por qué lo prefería. Necesité del entrenador para la traducción del, “I Love RD”, que en aquella ocasión no entendí, para escuchar luego que lo que más le gustaba era la calidez de la gente. Obtuve algunas fotos y me sobé las manos, al obtener una primicia que fue portada de LISTÍN, días después. Con el valor agregado, de que nadie imaginaba que Redford estaba en el país, fue una sorpresa para mucha gente, incluyendo medios locales e internacionales. No solo logré la primicia en portada, copiada por agencias de prensa internacionales, en un ‘palo periodístico’, sino que seguí al actor, que había llamado desde Los Ángeles, Estados Unidos, a mi amigo, el día antes para que lo esperara, con el solo objetivo de echar varios partidos de tenis. Un capricho que le costó dólares al actor, satisfacción a Emilio y tensión a Sandra López, y a mi conocer y compartir más de cerca con uno de mis actores favoritos.