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Violencia de pandillas se extiende en Haití a ritmo "alarmante", advierte la ONU
Según datos de la Policía Nacional y de la Oficina Integrada de la ONU en Haití, en el primer trimestre de 2023 se registraron 1.647 incidentes criminales.
Violencia colectiva, menores afectados, francotiradores en los tejados: el "terror" infligido por las pandillas en la población haitiana "se propaga a un ritmo alarmante", alertó el miércoles la ONU, que urgió el envío de una "fuerza internacional" al país caribeño.
"La violencia alarmante en las zonas donde azotan las bandas, como la violencia sexual en particular contra mujeres y niñas, es emblemática del terror que afecta a una gran parte de la población de Haití", donde la mitad, 5,2 millones de personas, dependen de la ayuda humanitaria, dijo la enviada especial de la ONU para ese país María Isabel Salvador en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los menores, recordó, son víctimas de "los crímenes más atroces", como asesinatos, secuestros y violaciones. En los últimos tres meses, muchos colegios han sido objeto de tiroteos y de secuestros de los alumnos, por lo que muchos estudiantes no han vuelto a clase desde el inicio escolar en enero.
Durante su primera semana en Haití, Salvador "pudo" circular por algunas calles de la capital Puerto Príncipe.
"Sentí la tensión y reconocí el miedo que los haitianos viven todos los días", afirmó tras recordar la necesidad "urgente de apoyo internacional a la policía" local -con apenas 3.500 efectivos para garantizar la seguridad de todo el país- para hacer frente al "rápido deterioro" de la seguridad".
"Será difícil avanzar sin abordar la inseguridad rampante de manera efectiva", recordó.
Según datos de la Policía Nacional y de la Oficina Integrada de la ONU en Haití, en el primer trimestre de 2023 se registraron 1.647 incidentes criminales -homicidios, violaciones secuestros y linchamientos-, más del doble que en el mismo periodo del año anterior.
Esta violencia se explica en buena parte por la lucha para controlar barrios, donde apenas hay presencial policial, que lleva en muchos casos a los propios residentes a tomarse la justicia por su mano.
Hace solo dos días, civiles arrebataron de la custodia policial a 13 pandilleros sospechosos y los lincharon hasta la muerte, quemando luego sus cuerpos, recordó la enviada de ONU, que se dijo "profundamente impactada" por la presencia de francotiradores que "indiscriminadamente atacan a civiles".
En un informe publicado el lunes, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, estimó que la inseguridad en la capital haitiana alcanzó niveles "comparables a los de países en guerra".
Actuar antes de que sea tarde
"Más preocupante todavía, es que vemos nuevas dinámicas de los grupos que actúan en Puerto Príncipe, directamente implicados en el tráfico de armas cada vez más sofisticadas que buscan reclutar nuevos miembros en los campos de desplazados", declaró por su parte Ghada Waly, directora de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
En lo que va de año, el número de desplazados internos aumentó un 50% en Puerto Príncipe con respecto a 2022 y desde que surgió la epidemia de cólera en octubre pasado se han registrado unos 39.000 casos sospechosos, recordó.
"Esta dinámica conduce indefectiblemente a la ruptura del tejido social, con consecuencias imprevisibles para toda la región", alertó Salvador.
En este contexto, la ONU no cesa de insistir a los 15 miembros del Consejo de Seguridad el envío de una fuerza internacional.
"Los haitianos no pueden esperar. Debemos actuar ya", urgió Salvador, porque, de lo contrario, "el círculo vicioso de la violencia y la crisis política, social y económica, en la que la población lucha cada día, seguirá su curso".
"Hay que actuar rápidamente antes de que sea demasiado tarde", dijo por su parte el canciller haitiano Jean Victor Généus, quien alertó que en las últimas 48 horas la seguridad se "ha deteriorado considerablemente".
Desde República Dominicana, su presidente Luis Abinader, también urgió a la comunidad internacional que atienda "este tema de manera urgente".
Desde su llegada al poder en 2020, el mandatario ha endurecido sus políticas migratorias con Haití, ordenó la construcción de un muro en tramos de la frontera común y el año pasado deportó a más de 170.000 haitianos.
Antonio Guterres transmitió en octubre un pedido de ayuda del primer ministro haitiano Ariel Henry, que solicitaba al Consejo de Seguridad el envío de dicha fuerza. Pero sin resultado efectivo, pese a que algunos países se dijeron dispuestos a participar aunque ninguno parece querer asumir la responsabilidad.