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Pekka Haavisto, el ecologista que aspira a ser el primer presidente gay de Finlandia
Después de perder las dos elecciones anteriores contra el actual presidente, el conservador Sauli Niinistö, el histórico líder de Los Verdes concurre en esta ocasión como independiente.
El exdiplomático y político ecologista Pekka Haavisto disputa este domingo sus terceras elecciones presidenciales consecutivas, con la esperanza de convertirse finalmente en el primer jefe de Estado finlandés abiertamente gay y procedente de un partido minoritario.
Después de perder las dos elecciones anteriores contra el actual presidente, el conservador Sauli Niinistö, el histórico líder de Los Verdes concurre en esta ocasión como independiente para tratar de ampliar su respaldo más allá de los votantes de la izquierda ecologista.
Su carácter afable y progresista, unido a una oratoria brillante, hace que sea uno de los dos candidatos favoritos entre los finlandeses y que su apoyo popular triplique el logrado por su partido hace apenas diez meses en las elecciones parlamentarias.
Haavisto, de 65 años, jugó un papel clave en el ingreso de Finlandia en la OTAN el año pasado como ministro de Exteriores en el Gobierno de coalición liderado por la entonces primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin.
También tuvo un papel protagonista en la decisión del Ejecutivo finlandés de romper la tradicional neutralidad del país nórdico y enviar armamento a una nación en guerra (Ucrania) por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, su labor fue también criticada -especialmente por la ultraderecha- por la forma en que gestionó la repatriación desde el campo de refugiados sirio de Al Hol de varias mujeres finlandesas casadas con milicianos yihadistas y de sus hijos menores de edad.
Del periodismo a la política
Nacido en Helsinki en 1958, Haavisto fue una de las figuras destacadas del incipiente movimiento ecologista finlandés durante los años ochenta del siglo pasado.
Tras terminar el bachillerato en 1976, empezó a cursar Ciencias Políticas en la Universidad de Helsinki, aunque abandonó sus estudios para dedicarse al periodismo, primero como reportero y más tarde como director de varias publicaciones.
Sus inquietudes políticas le llevaron a fundar, junto a un grupo de jóvenes ecologistas, el partido Liga Verde, que más tarde pasaría a llamarse Los Verdes.
En 1983 fue nombrado director de la revista "Virheä Lanka", publicación vinculada al movimiento ecologista.
Logró su primer acta de diputado en el Parlamento finlandés en 1987 y seis años más tarde fue nombrado presidente de Los Verdes, cargo que ocupó hasta que en 1995 perdió su escaño, lo que precipitó su sustitución como líder del partido.
Pese a ello, los ecologistas entraron a formar parte del Gobierno de coalición dirigido por los socialdemócratas y el primer ministro, Paavo Lipponen, nombró a Haavisto titular de Medio Ambiente, convirtiéndose en el primer político verde en llegar al Ejecutivo de un país europeo.
Paréntesis diplomático y regreso a la política
Haavisto dejó temporalmente la política nacional en 1999 para trabajar en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), donde desarrolló diversas tareas en Kosovo, Afganistán, Irak, Palestina y Liberia.
Cuando los grupos políticos ecologistas de Europa se unieron para fundar el Partido Verde Europeo en 2004, Haavisto fue nombrado su primer presidente, cargo que compaginó con su trabajo en la ONU hasta 2006.
Como diplomático tuvo un papel relevante en el proceso de paz de Darfur (Sudán) entre 2005 y 2007, primero como representante especial de la Unión Europea y más tarde como asesor de la ONU.
Tras regresar a Finlandia y ser elegido diputado, empezó a compaginar la labor política con su trabajo académico, que le llevó a dar conferencias en varias universidades y en el centro de formación de la OTAN en Oberammergau (Alemania).
En 2010 fue nombrado candidato de Los Verdes a la Presidencia de la República, lo que provocó el rechazo de los sectores más conservadores del país, que no aceptaron la posibilidad de que el máximo representante del Estado fuera homosexual.
Su relación con su marido, el peluquero ecuatoriano Nexar Antonio Flores, le ha situado a menudo en el punto de mira de los diarios sensacionalistas, aunque también le ha otorgado las simpatías de un buen número de artistas y votantes progresistas.
"Ser homosexual puede ser una desventaja en estas elecciones, pero también puede ser una cuestión positiva para algunos votantes que quieren votar a un candidato liberal", dijo en una entrevista con EFE durante la campaña.