Justicia 

Brasileño es condenado a 27 años de prisión por matar a su exnovia en Australia

Santoro, hoy de unos 40 años, fue condenado por homicidio agravado, asfixia, feminicidio y ocultamiento de cadáver

a sala del tribunal está vacía antes del inicio de una audiencia previa al juicio de Mario Marcelo Santoro en Río de Janeiro, Brasil, el 19 de septiembre de 2018.

a sala del tribunal está vacía antes del inicio de una audiencia previa al juicio de Mario Marcelo Santoro en Río de Janeiro, Brasil, el 19 de septiembre de 2018.AP/Silvia Izquierdo

Un tribunal federal condenó el jueves al ingeniero brasileño Mário Marcelo Santoro a 27 años de prisión, luego de que confesara el asesinato en 2018 de su exnovia Cecília Haddad en Australia.

Santoro, hoy de unos 40 años, fue condenado por homicidio agravado, asfixia, feminicidio y ocultamiento de cadáver.

El jurado de siete personas en Río de Janeiro, compuesto por seis mujeres y un hombre, emitió su decisión el jueves por la mañana. El abogado de Santoro dijo que apelará.

En abril de 2018, el cuerpo de Haddad, entonces de 38 años, fue encontrado en el río Lane Cover en Sídney, Australia, a pocas millas de su apartamento. Para entonces, Santoro ya había salido del país y volado de regreso a Brasil.

Según miles de mensajes revisados por las fuerzas del orden público australianas y testimonios de amigos y familiares, Haddad había roto con Santoro, pero se negó a aceptar su decisión.

Unos 10 días antes de su muerte, Haddad le había dado un ultimátum a Santoro, pidiéndole que abandonara el apartamento o llamaría a la policía, dijo el detective australiano John Edwards, según el diario O Globo y otros medios de comunicación que asistieron al juicio. En un momento, Haddad había dejado su casa para quedarse con unos amigos.

El seguimiento del teléfono celular colocó a Santoro en el departamento de Haddad y junto al río donde se encontró su cuerpo más tarde, informó O Globo. También se encontró arena y vegetación de esa misma zona en el automóvil de la víctima, que Santoro fue visto conduciendo en imágenes captadas por cámaras de seguridad.

En el testimonio que entregó el miércoles, Santoro reconoció haber ido a la casa de Haddad a buscar su pasaporte para tomar su vuelo de regreso a Brasil. Dijo que se pelearon y él “la agarró del cuello” y “la apretó muy fuerte” antes de que “cayera inerte” en sus brazos. Santoro, que por lo demás parecía bastante relajado durante los largos y detallados testimonios del juicio, lloró mientras confesaba el asesinato de Haddad.

“El acusado solo confesó en la sala del jurado, después de que se presentara un extenso material probatorio en su contra”, dijo el juez federal Ian Legay Vermelho. “Es decir, no confesó ante la policía australiana cuando llegó a Brasil. No confesó ante los investigadores brasileños, ni ante las etapas judiciales por las que pasó hasta ese día”.

Antes del fallo, la madre de Haddad, que vestía una camiseta blanca con una foto de su hija, dijo a los periodistas que Santoro “no era un ser humano sino un monstruo” y que debía estar en la cárcel.

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