Israel lanza nuevo bombardeo en Beirut y ataca el sur del Líbano
Apenas una hora antes, alrededor de las 6:00 hora local (3:00 GMT), el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraea, había advertido en X de que era inminente una acción contra Haret Hreik e instaba a los habitantes a evacuar la zona, en la que dijo, opera la milicia chií libanesa Hizbulá.
El Ejército israelí confirmó este miércoles un nuevo bombardeo en Dahiye, suburbio del sur de Beirut dominado en gran medida por el grupo chií Hizbulá, dirigido a un depósito subterráneo de armas.
“Antes del ataque, se tomaron numerosas medidas para mitigar el riesgo de dañar a los civiles, incluyendo advertencias anticipadas a la población de la zona”, aseveró un portavoz militar sobre este ataque, sobre el que aún no han trascendido detalles acerca de posibles víctimas.
La Agencia Nacional Libanesa informó también de este bombardeo en la zona de Haret Hreik en Dahiye, tras unos días de calma y después de que su Ejército advirtiera previamente de un ataque inminente.
Apenas una hora antes, alrededor de las 6:00 hora local (3:00 GMT), el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraea, había advertido en X de que era inminente una acción contra Haret Hreik e instaba a los habitantes a evacuar la zona, en la que dijo, opera la milicia chií libanesa Hizbulá.
El ataque se llevó “bajo una dirección de inteligencia precisa” para desmantelar un almacén de “armas estratégicas”, indicó el Ejército.
Tercer ataque contra Beirut en una semana
Las inmediaciones de la capital libanesa ya fueron atacadas el sábado por el Ejército israelí, que bombardeó la población de Maaysrah, en el distrito de Keserwan, a unos 38 kilómetros al norte de la capital, causando una veintena de muertos.
Además, el pasado jueves, al menos 22 personas murieron y otras 117 resultaron heridas a causa de dos bombardeos israelíes contra edificios en el centro de Beirut, según el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
Al menos 9 muertos en un bombardeo en el sur del Líbano
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también han atacado desde el aire en las últimas horas unos 140 objetivos militares de Hizbulá en el sur de Líbano, en paralelo a las actividades militares por tierra que comenzaron hace dos semanas.
Al menos nueve personas han muerto y casi cien han resultado heridas este miércoles en una intensa jornada de bombardeos que se han concentrado especialmente en el sur del Líbano, donde Israel ha ordenado la evacuación de decenas de localidades en las últimas semanas.
El Ministerio de Salud Pública libanés dijo que al menos seis personas murieron y otras 43 resultaron heridas en Nabatieh, una de las ciudades más castigadas de la zona.
Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN), los ataques impactaron contra varias sedes municipales, edificios residenciales y una biblioteca, que quedó completamente destruida, mientras que enormes columnas de humo se elevaron en una quincena de puntos de la ciudad.
Por otra parte, el ministerio libanés indicó que otras tres personas murieron y 54 resultaron heridas en el municipio de Qana, más al sur de Nabatieh, donde la aviación israelí también lanzó una serie de bombardeos sin precedentes contra esta simbólica localidad.
Más de cien personas fueron asesinadas en 1996 en la aldea de Qana durante la denominada “Operación Uvas de la Ira”, lanzada por Israel contra el Líbano y durante la que los ataques del Estado judío tuvieron como objetivo un campo de desplazados que albergaba unas 800 personas bajo la protección de Naciones Unidas.
Desde que comenzaron las hostilidades entre el Ejército israelí y Hizbulá hace más de un año, han muerto en Líbano más de 2.300 personas, muchos de ellos militantes del grupo chíi, aunque más de la mitad de esa cifra se han registrado en las últimas semanas.
Mientras, en Israel han muerto por el fuego en esa frontera unas 80 personas, más de la mitad soldados.
Hizbulá también ha intensificado los disparos de cohetes y misiles hacia el norte y centro de Israel: ayer lanzó unos 95 proyectiles y esta madrugada se dispararon unos 50, sin que hayan causado víctimas ni graves daños.