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Una noche mágica de luces y emoción en Cap Cana

CRÓNICA LIGERA

Ana Mercy Otáñez

Ana Mercy Otáñez

El “Christmas Boat Parade” ascendió la magia de la Navidad en Cap Cana transformando su marina en un escenario de ensueño donde las luces, los colores, la emoción y la música se unieron para ofrecer un espectáculo único. Familias, turistas y espectadores nos congregamos para vivir una noche inolvidable que quedará grabada en nuestra memoria.

Desde las primeras horas de la tarde, la marina comenzó a recibir visitantes. Poco a poco, la suave brisa del mar nos envolvía y acariciaba nuestros rostros, mientras los villancicos, interpretados en vivo por músicos locales, y las risas de los niños anunciaban el inicio de la celebración. Más de 26 embarcaciones, llegadas desde Estados Unidos, Puerto Rico y de diversas regiones de la República Dominicana, se preparaban para deslumbrar a los asistentes. Decoradas con luces brillantes, figuras navideñas y detalles cuidadosamente planeados, cada barco se convirtió en una verdadera obra de arte flotante, reflejando el esfuerzo, la creatividad y el entusiasmo de sus dueños, contagiando de alegría a todos los presentes.

El momento más esperado llegó cuando las luces se encendieron y las embarcaciones comenzaron a desfilar. Un sendero de colores danzaba sobre el agua, reflejándose como un espejo encantado. Las figuras de renos, estrellas y muñecos se iluminaban con cada movimiento, dejando a niños y adultos maravillados.

Entre las embarcaciones, el “Tiburón” se robó el protagonismo. Su temática deslumbrante, con luces sincronizadas y una decoración impecable, la hizo merecedora del primer lugar en el concurso. Le siguieron “Latitud” y “Chirri” , dos barcos que también sorprendieron con su creatividad y atención a los detalles. Cada uno reflejaba un espíritu navideño único, convirtiendo el desfile en una experiencia visual y emotiva sin igual.

Tras el desfile, los fuegos artificiales iluminaron el cielo, sin embargo, la sorpresa de la noche fue el show de drones, que dibujaron figuras navideñas en el firmamento y sobre los edificios adyacentes. Estrellas, árboles de Navidad y copos de nieve aparecieron mágicamente, en un despliegue tecnológico impresionante que dejó a todos impresionados.

El ambiente festivo envolvía cada rincón de la marina. Un coro de 84 voces infantiles del colegio Heritage de Cap Cana aportó un toque conmovedor, interpretando villancicos tradicionales que tocaron los corazones de todos. Al mismo tiempo, duendes, soldaditos de plomo y personajes navideños que interactuaban con los asistentes, especialmente transportandolos a un cuento mágico.

Me gustó ver a la comunidad ser protagonista de la noche. Negocios locales ofrecieron hermosas artesanías y delicias gastronómicas que llenaron el aire con aromas irresistibles. Puestos de chocolate caliente, galletas de jengibre y otras tradiciones navideñas permitieron que cada visitante disfrutara de la noche con todos los sentidos.

¡Con Dios!

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