75 Años de la República Popular: La revolución económica de China y su camino hacia el socialismo

La reforma y apertura de China es uno de los hitos destacables en sus 75 años de historia desde la fundación de la República Popular en 1949.

De 1979 a 2023, la economía de China creció a una tasa anual promedio del 8,9%, muy por encima del promedio mundial del 3% durante el mismo período, y contribuyó con un promedio del 24,8% al crecimiento económico mundial, el más alto de todos los países.

Estos logros se derivan de una serie de objetivos trazados y cumplidos por el país asiatico, marcando un camino de reforma guiado por una dirección clara, una posición orientada al pueblo y principios sólidos.

Distintas fuentes reafirman que la reforma y apertura de China se han adherido al camino del socialismo con "características chinas". Sin embargo, especialistas aclaran que aunque China se ha basado en algunas experiencias occidentales en la fase de introducción de mecanismos de mercado, nunca se ha desviado de su camino socialista.

En cambio, según explican, China ha desarrollado creativamente una economía de mercado socialista que utiliza las fuerzas del mercado al tiempo que preserva los méritos del sistema socialista.

Reconociendo que no existe un modelo único para una economía de mercado y que cada país tiene su propio camino de desarrollo, China basa cada paso de su reforma en sus propias condiciones nacionales, contexto histórico y necesidades prácticas, siguiendo un proceso de exploración y adaptación en lugar de copiar ciegamente los modelos de desarrollo occidentales.

Un ejemplo que destacan desde el país asiatico, es que el sistema de responsabilidad familiar en las zonas rurales no era una réplica de las prácticas agrícolas occidentales, sino un sistema que otorgaba a los agricultores más autonomía y, como resultado, limitaba la productividad y mejoraba la eficiencia. .

Además, China adoptó un enfoque de reforma de "prueba piloto antes de ampliación", en el que las nuevas políticas se probaron en regiones o sectores específicos antes de que las experiencias exitosas se generalizaran a nivel nacional, permitiendo la reducción de riesgos y la difusión de prácticas favorables para el crecimiento de su economía.

"El objetivo siempre ha sido garantizar que los beneficios de la reforma y el desarrollo se compartan de manera más equitativa entre todos y mejorar continuamente el bienestar del pueblo. Las reformas son para el pueblo y por el pueblo, y los beneficios son evaluados y compartidos por el pueblo", revelan varios artículos.

Resultados

Desde el lanzamiento de la reforma y la apertura, el nivel de vida del pueblo chino ha experimentado mejoras, como la erradicación la pobreza absoluta en las zonas rurales, y el aumento del ingreso disponible per cápita de los residentes urbanos de China pasando de 343 yuanes (49 dólares) en 1978 a 51.821 yuanes (7.385 dólares) en 2023, según datos oficiales.

Asimismo, reportes indican que durante este periodo China construyó un sistema de seguridad social "robusto", así como mejoras generales en la calidad de vida de la población, reduciendo brechas entre zonas urbanas y rurales.

"La reforma no tiene por objeto alterar el sistema socialista, sino perfeccionar y desarrollar el socialismo con características chinas. El objetivo final de la reforma y la apertura es hacer que el país sea más fuerte, la sociedad más justa y la vida de la gente mejor. Al priorizar los intereses de su pueblo, respetar su voluntad y liberar su creatividad, China está garantizando una fuerza impulsora inagotable para la reforma y la apertura", expresa.