Contabilizan 100 muertos en Líbano tras intensos bombardeos israelíes
China llamó a sus ciudadanos a irse de Israel "lo antes posible".
Israel anunció que golpeó este lunes más de 300 objetivos del movimiento islamista Hezbolá en Líbano, unos bombardeos que dejaron al menos 100 muertos y más de 400 heridos, pese a los llamados de la comunidad internacional a la moderación.
"Los ataques israelíes en las localidades y pueblos del sur han causado, según un último balance, 100 muertos y más de 400 heridos", incluyendo niños, mujeres y socorristas, indicó el ministerio de Salud libanés en un comunicado. Un primer balance reportaba 50 fallecidos.
Hezbolá anunció que lanzó en respuesta cohetes contra tres objetivos en el norte de Israel.
La oleada de ataques efectuados desde el amanecer del lunes por el ejército israelí contra objetivos del movimiento proiraní en el sur y el este de Líbano es la mayor desde el inicio de la guerra.
"Hasta el momento fueron atacados más de 300 objetivos de Hezbolá", desde el lunes por la mañana, indicó el ejército en un comunicado. Previamente había informado de 150 ataques aéreos en apenas una hora, de las 06H30 de la mañana (03H30 GMT) a las 07H30 (04H30 GMT).
El primer ministro libanés, Najib Mikati, denunció un "plan de destrucción" llevado a cabo por Israel contra su país, y llamó a la ONU y a los "países influyentes" a "disuadir" al gobierno israelí de esta "agresión".
La agencia de noticias oficial libanesa ANI reportó "más de 80 bombardeos en media hora".
"Estamos viviendo bajo bombardeos, nos acostamos y nos despertamos con ellos", dijo a la AFP Wafaa Ismail, una ama de casa de 60 años, en el pueblo de Zautar, en el sur de Líbano.
El ejército israelí aconsejó los libaneses "alejarse" de las posiciones de Hezbolá y advirtió que continuará lanzando bombardeos más "importantes y precisos" contra el grupo islamista.
Llamadas pidiendo evacuar
Según ANI, "habitantes de Beirut y de varias regiones" recibieron llamadas telefónicas de Israel pidiéndoles evacuar. La oficina del ministro de Información, Ziad Makari, aseguró que recibió también este tipo de llamada.
"Cuando la asistente del ministro contestó, escuchó un mensaje grabado pidiendo (al personal) que evacuara el edificio o se encontrarían bajo escombros", dijo la fuente. El ministro denunció la "guerra psicológica" que, según él, libra Israel.
Las autoridades libanesas ordenaron el cierre de las escuelas en las zonas golpeadas por los bombardeos el lunes y martes.
Hezbolá, poderoso actor político y militar en Líbano, abrió un frente en la frontera con Israel hace casi un año, tras el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, en apoyo a su aliado islamista Hamás, en el poder en ese territorio palestino.
Los duelos de artillería se multiplicaron desde la ola de explosiones de bíperes y walkies-talkies utilizados por miembros de Hezbolá, atribuidas a Israel, de la semana pasada, que dejaron 39 muertos y casi 3.000 heridos en bastiones de la milicia en Líbano, según las autoridades.
"Las amenazas no nos detendrán: estamos preparados para todos los escenarios militares" frente a Israel, afirmó el domingo el número dos de Hezbolá, Naim Qasem, quien anunció una "nueva fase" en la batalla contra Israel, la del ajuste de "cuentas pendientes".
"Al borde la catástrofe"
Frente a esta escalada, Estados Unidos, principal aliado de Israel, exhortó a sus ciudadanos a abandonar Líbano.
"Haremos todo lo posible para evitar que estalle una guerra más amplia", aseguró el presidente Joe Biden.
China llamó a sus ciudadanos a irse de Israel "lo antes posible".
"La región está al borde de una catástrofe inminente", afirmó la coordinadora especial de Naciones Unidas para Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert.
Egipto afirmó temer una "guerra total" en Oriente Medio y alertó que la escalada entre Israel y Hezbolá podría socavar los esfuerzos para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde el ejército israelí continúa con su devastadora ofensiva de represalia.
La guerra en la Franja estalló el 7 de octubre de 2023 tras el ataque del movimiento palestino Hamás en Israel, en el que murieron 1.205 personas, según un balance de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en el estrecho territorio, de los cuales 33 fueron declarados muertos por el ejército israelí.
La ofensiva israelí causó la muerte de al menos 41.431 palestinos, según datos del Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás, considerados fiables por la ONU, y un desastre humanitario.