PAPA TIMOR ORIENTAL

El papa concluye su visita a Timor Este con un llamamiento a los jóvenes: "Hagan barullo"

El Papa Francisco

El Papa Francisco AFP

El papa Francisco se reunió este miércoles con cerca 1.000 jóvenes de Timor Oriental en el centro de Convenciones de Dili con quienes entabló un informal diálogo y los aconsejó: "Hagan barullo" y "respeten a sus ancianos", en su último acto de su visita al país antes de trasladarse a Singapur.

"Hay una cosa que hacen siempre, los jóvenes de varias nacionalidades y religiones. Los jóvenes hacen lío. Los jóvenes hacen barullo. Sigan haciendo barullo", dijo el papa en un ambiente de fiesta y agregó: "Los jóvenes tienen que hacer barullo para demostrar la vida".

Francisco llegó a este centro donde le esperaban un millar de jóvenes, y otros 2.000 en el exterior, que le recibieron con el coros en español: "Esta es la juventud del papa" y con bailes y cantos.

Como suele ser habitual en este tipo de actos con jóvenes, Francisco prefirió no leer su discurso y hablar libremente interactuando con los chicos, haciéndoles preguntas y contando historias de las que rieron los estudiantes.

"Ser libres no es hacer lo que uno quiere. Un joven tiene responsabilidades y una es aprender a cuidar la Casa Común y para eso hay que comprometerse", fue uno de los consejos del papa a los jóvenes, en le país más católico del mundo con el 95 % de su población, si se excluye el Vaticano.

También habló del acoso escolar, preguntando a los chicos y chicas si en Timor Oriental existía y les hizo prometer: "Desde este momento nunca más acoso escolar".

Asimismo les alertó contra "los vicios" y contra los que llamó "vendedores de felicidad". "Te dan la droga y otras cosas que te dan sólo media hora de felicidad", les advirtió.

Invitó a la juventud a "soñar en grande" pero "si luego se bebe alcohol, lo que se tienen son pesadillas". "Un joven no sueña es un jubilado de la vida".

En otra parte de la charla, el pontífice les pidió que "sean herederos de la Historia tan hermosa que han tenido" y que respeten a todas las personas "de cualquier etnia y religión", así como también a sus ancianos, "que son la memoria del país".

A los jóvenes hizo repetir sus dos consejos: "Hagan barullo" y "respeten a sus ancianos".

"No me voy a olvidar mas de la sonrisa de ustedes. Gracias por su sonrisa y su alegría", concluyó el papa, que con este acto concluyó su visita a Timor Oriental y se trasladará a Singapur para la última etapa e su periplo.

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