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Bahamas toma medidas para proteger su frontera ante la crisis en Haití
El Gobierno de Haití estableció el domingo, hasta el próximo miércoles, el toque de queda que rige en el departamento del Oeste, donde está la capital Puerto Príncipe
El Gobierno de Bahamas implantó este lunes "medidas significativas" para proteger las fronteras del país ante la "gravísima" situación de crisis en Haití, en un momento en que las dos mayores cárceles del país francófono quedaron vacías tras ataques armados de las bandas hace quince días.
El primer ministro de Bahamas, Phillip Davis informó en un programa de radio que "bandas armadas han atacado infraestructuras críticas en Haití, incluidos los puertos aéreos y marítimos", agregando que "se ha producido un colapso de la ley y el orden en muchas zonas del país, y está desencadenando una grave crisis humanitaria".
Asimismo, el mandatario indicó que es consciente de que los bahameños están preocupados por los inocentes que sufren esta violencia, pero "por desgracia, no hay soluciones simples o fáciles para Haití, y el desorden y la inestabilidad del país plantean un reto de seguridad para toda la región".
Davis afirmó que en Bahamas es necesario patrullar la costa para proteger las fronteras del país y que su gobierno, desde que llegó al poder hace dos años y medio, ha realizado importantes inversiones en la Real Fuerza de Defensa de Bahamas (RBDF, por sus siglas en inglés).
"Ahora estamos desplegando importantes medios de la RBDF para establecer una operación de bloqueo en el sur de Bahamas, que incluye buques de superficie, aviones y 120 efectivos de la RBDF altamente capacitados. Las operaciones se centrarán en la costa norte de Haití, el canal de 'Old Bahama' y el paso de Barlovento", explicó Davis.
En este sentido, el también actual presidente de la Comunidad del Caribe (Caricom), precisó que las autoridades bahameñas están colaborando "con la Guardia Costera de EE.UU., con las Islas Turcas y Caicos, y con la Patrulla Fronteriza de Cuba, para compartir inteligencia crítica y alinear esfuerzos".
Como resultado de estas operaciones se "han interceptado con éxito una serie de embarcaciones procedentes de Haití", comentó Davis.
"La repatriación de los individuos a bordo de esas embarcaciones se llevará a cabo de una manera que priorice la seguridad de nuestros oficiales y respete los derechos humanos y la dignidad de los pasajeros", añadió el primer ministro de Bahamas.
En este contexto, Davis hizo hincapié en que "se necesitan urgentemente avances, por el pueblo de Haití y por la seguridad de Bahamas y de la región".
Davis afirmó que el marco propuesto refleja los intensos debates y son clave las aportaciones de los representantes de las facciones políticas de Haití, las coaliciones de la sociedad civil, los líderes religiosos, la diáspora y el sector privado.
"Si la fuerza multinacional se despliega este año, y si somos capaces de llegar a un acuerdo sobre los parámetros de nuestra participación, los oficiales de nuestra Fuerza de Defensa que participen se limitarían a las operaciones marítimas, donde la experiencia, los conocimientos y la excelencia de la RBDF serán un activo tremendo", precisó Davis.
El mandatario sentenció que la crisis de Haití es "compleja y multidimensional", y afirmó que "aunque se han producido algunos avances positivos, siguen existiendo obstáculos formidables".
El Gobierno de Haití estableció el domingo, hasta el próximo miércoles, el toque de queda que rige en el departamento del Oeste, donde está la capital Puerto Príncipe, también bajo estado de emergencia ante los elevados niveles de violencia que se registran.
Desde finales de febrero, la violencia se ha incrementado aún más en Haití, en especial en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, en su mayor parte bajo el control de las poderosas bandas armadas que imponen el terror entre la población.
Hace una semana se alcanzó un acuerdo para la creación de un consejo presidencial de transición, tras cuya implementación el primer ministro haitiano, Ariel Henry, dimitirá del cargo, según anunció en un mensaje a la nación desde Puerto Rico, donde está varado ante la escalada de la violencia en Haití y las presiones para que renunciara al cargo.
Este consejo de transición deberá ponerse de acuerdo sobre la designación de un nuevo primer ministro y preparar el camino para la celebración de elecciones presidenciales.