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Cardenal canadiense niega acusaciones de agresión sexual y se apartará de sus deberes

El cardenal y arzobispo de Quebec, Gerald Lacroix, de 66 años, enfrenta acusaciones de agresión sexual que se remontan a 1987 y 1988, cuando la demandante tenía 17 años, como parte de una acción colectiva cuanto más de cien sacerdotes en la arquidiócesis.

Fotografía muestra crucifijo encima de biblia.

Fotografía muestra crucifijo encima de biblia.Fuente Externa

Un cardenal canadiense, consejero cercano del papa Francisco, negó "categóricamente" el viernes las acusaciones de agresión sexual a una adolescente en los años ochenta, aunque se apartará de sus deberes, indicó la arquidiócesis de Quebec.

El cardenal y arzobispo de Quebec, Gerald Lacroix, de 66 años, enfrenta acusaciones de agresión sexual que se remontan a 1987 y 1988, cuando la demandante tenía 17 años, como parte de una acción colectiva cuanto más de cien sacerdotes en la arquidiócesis.

Lacroix ha sido arzobispo de Quebec desde 2011 y cardenal desde 2014. Desde el año pasado sirve al Consejo de Cardenales Asesores del pontífice, que regularmente se reúne en el Vaticano.

"El cardenal Gerald Cyprien Lacroix anunció a sus principales colaboradores que deja temporalmente sus actividades hasta que la situación sea aclarada", dijo la arquidiócesis en un comunicado.

"Él negó categóricamente las acusaciones de ayer en su contra, las cuales considera sin fundamentos", agrega el texto.

Esta acción legal es la actualización de la presentada por primera vez en 2022, y presenta testimonios de 147 personas que alegan haber sido agredidas sexualmente por más de 100 sacerdotes en la arquidiócesis, algunos de ellos de alto rango, afirma el bufete que representa a los querellantes.

El papa Francisco ha hecho de la lucha contra las agresiones sexuales en la Iglesia una de sus principales misiones e insistió en la "tolerancia cero" en medio de múltiples escándalos de amplio alcance.

El pontífice creó una comisión sobre los abusos sexuales de menores en un intento por levantar el velo que había ocultado el comportamiento criminal del clero por décadas.

El clero y el personal están obligados a reportar cualquier abuso en su diócesis, pero el secreto de confesión sigue siendo considerado privado. Activistas de los derechos de las víctimas han exigido una mayor rendición de cuentas.

Todos los cardenales menores de 80 años participan en el cónclave que elige a un nuevo papa.