La educación de América Latina se queda atrás: ¿Por qué? Pisa da algunas razones
Singapur y los países asiáticos copan las primeras plazas de una nueva edición del Informe PISA, un estudio a nivel mundial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mide cada tres años el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, lectura y ciencias.
Singapur y los países asiáticos copan las primeras plazas de una nueva edición del Informe PISA, un estudio a nivel mundial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mide cada tres años el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, lectura y ciencias.
Asia por delante
Singapur, la ciudad-estado del sudeste asiático, obtuvo la puntuación más alta en las tres áreas de evaluación de la encuesta. "Estos resultados sugieren que, en promedio, los estudiantes singapurenses están el equivalente de entre tres y cinco años de escolaridad por delante de sus pares", indica el informe.
Otros cinco sistemas educativos asiáticos (Macao, Taiwán, Hong Kong, Japón y Corea del Sur) son los siguientes en la clasificación en matemáticas, y también obtuvieron puntuación muy alta en lectura y ciencias.
América Latina se queda rezagada
En la lista, el primer país de América Latina es Chile (puesto 52), seguido de Uruguay (53), México (57), Perú (59), Costa Rica (63), Colombia (64), Brasil (65), Argentina (66) y Panamá (74).
Cuatro países latinoamericanos figuran en el furgón de cola: Guatemala (77), El Salvador (78), República Dominicana (79) y Paraguay (80), justo por encima del último calificado, Camboya (81). España está en la posición número 27 y Estados Unidos en la 34.
Caída preocupante en algunos países
En paralelo, en otras partes del mundo disminuyó el rendimiento académico, provocando "una caída sin precedentes" en el resultado general, una tendencia "preocupante", según el informe. Alemania, Islandia, Países Bajos, Noruega y Polonia, por ejemplo, registraron resultados notablemente más bajos en matemáticas.
El impacto de la pandemia de covid-19 en la educación afectó los resultados pero no fue el único factor. En países como Finlandia, Islandia y Suecia, que llegaron a estar en las partes altas de la clasificación, hay problemas a largo plazo como "el nivel de apoyo que los alumnos reciben de los maestros y el personal escolar", dijo Hu, de la OCDE.
"Los países han invertido en educación en los últimos diez años, pero tal vez no invirtieron de manera eficiente o suficiente en la calidad de la enseñanza", explicó por su parte Eric Charbonnier, otro analista de educación de la OCDE.
Según el informe, las disparidades en los niveles de educación indican que "el mundo ya no está estrictamente dividido entre naciones ricas y bien educadas y naciones pobres y mal educadas".
Si bien existía cierta correlación entre el gasto y el rendimiento académico, "la historia muestra que los países decididos a construir un sistema educativo de primera clase pueden lograrlo incluso en circunstancias económicas adversas".
Nivel de felicidad
Por primera vez, la OCDE también examinó, en un estudio separado, la felicidad de los estudiantes, utilizando nueve aspectos que incluyen su compromiso con la escuela, su bienestar material, cultural y psicológico o la apertura a la diversidad.
Este baremo demostró que en Singapur, Macao y Taiwán, con los mejores resultados en matemáticas, "muchos estudiantes dijeron tener un gran miedo al fracaso y una participación limitada en actividades extracurriculares, como los deportes".
Por el contrario, en países como España y Perú, con notas más bajas en las pruebas PISA, los investigadores a menudo encontraron "niveles más bajos de ansiedad y un mayor enfoque en los deportes" entre los estudiantes sondeados.