Las islas panameñas que terminarán sumergidas en agua por el cambio climático
El aumento del nivel del mar, uno de los efectos del cambio climático amenaza a varios archipiélagos del Pacifico y del Caribe también. Te contamos la historia de Gardi Sugdup, un islote de la costa panameña donde la población tomó la decisión radical de reubicarse en tierra firme.
Es una pequeña isla de 200 metros de largo en la costa caribeña de Panamá. Gardi Sugdub forma parte del archipiélago de la región indígena de Guna Yala y su población es de 1300 habitantes, hacinados en casas de madera y láminas de zinc. Ubicada a tan solo 50 cm del nivel del mar, el islote es particularmente vulnerable a los eventos meteorológicos extremos que se multiplican con el cambio climático: huracanes, tsunamis, lluvias torrenciales que causan inundaciones frecuentes. Uno de los islotes del archipiélago ya ha perdido un tercio de su superficie en 30 años, según muestras imágenes satelitales.
A más largo plazo, Gardi Sugdup, al igual que otros islotes del archipiélago están condenados a desaparecer a causa de un fenómeno progresivo y casi imperceptible: el aumento del nivel del mar.
Bajo el efecto del calentamiento global, las aguas oceánicas del planeta se dilatan lo que causa un aumento del nivel del mar. Un fenómeno agravado por el derretimiento de los glaciares y de los casquetes polares.
Los científicos que observan la evolución del clima en la región son contundentes: la isla de Gardi Sugdub seguirá perdiendo territorio hasta desaparecer por completo bajo las aguas. "En el Caribe, el nivel del mar aumenta 3 mm por año”, observa Steven Paton, el científico que dirige el programa de monitoreo ambiental en el Instituto Smithonian de investigaciones tropicales ubicado en Panamá.
En la isla de Gardi Sugdup, la amenaza permanente de un tsunami y la multiplicación de los eventos climáticos extremos se hace sentir. La amenaza climática es una de las razones que los llevó a tomar una decisión drástica: abandonar su isla para reubicar el pueblo en tierra firme, con la ayuda del gobierno nacional.
En 1882, a raíz de un terremoto, decenas de indígenas guna del archipiélago de Guna Yala murieron ahogados en un tsunami, la isla vive bajo la amenaza permanente de las inundaciones.
A las amenazas naturales se suma el hacinamiento. Ante el crecimiento de la población de la isla y la falta de espacio, en 2010, los habitantes decidieron trasladarse colectivamente en tierra firme, en un terreno que les pertenece en la costa y que quieren bautizar Isber Yala. La construcción de 300 casas nuevas casas con apoyo del gobierno panameño avanza lentamente. Un informe de la ONG Human Rights Watch exige más esfuerzos del estado para garantizar el acceso al agua en el futuro barrio.
Al igual que el archipiélago de Guna Yala en Panamás las islas Tuvalu, Kiribati y Fiyí en el océano Pacífico también serán inhabitables en unas décadas. Desaparecerán las casas, los cementerios y los cultivos. El reto será conservar al menos su cultura y su modo de vida.