Uranio de Niger continúa representando un aspecto para estabilidad en Europa

Francia evacuó a centenares de nacionales que deseaban abandonar Níger tras el golpe de Estado. Filiales de varias grandes empresas francesas se han instalado allí, entre ellas Orano, llamada antiguamente Areva. 

La compañía explota varios yacimientos de uranio en el noroeste del país y no tiene previsto suspender sus actividades. 

Níger sigue siendo uno de los principales proveedores de la Unión Europea, aunque sus exportaciones de uranio se han vuelto cada vez menos imprescindibles.

En 2021, Níger perdió su puesto de primer proveedor de uranio de la Unión Europea (UE), cuando lo superó Kazajstán. Sin embargo, según datos de Euratom, la Comunidad Europea de la Energía Atómica, el uranio nigerino sigue representando una cuarta parte de las importaciones para las centrales nucleares de Europa.

La empresa francesa Orano, que antes se llamaba Areva, es la encargada de extraer el combustible, en colaboración con las autoridades locales. Pero de las tres explotaciones mineras de la compañía francesa, sólo una sigue funcionando. El primer yacimiento se agotó y se abandonó en marzo de 2021, después de haber funcionado durante treinta años.

Otro sitio, con sede en Arlit, a 200 km de la frontera argelina, ya está por vencerse. “Producía unas 1.950 toneladas al año", explica a RFI Emmanuel Grégoire, del Instituto francés de investigación para el desarrollo (IRD). 

“Pero como se ha explotado durante tanto tiempo, los nuevos yacimientos tienen un bajo contenido de uranio, por lo que los costes de producción son más elevados”, detalla.

Ya no se justifica la inversión

Tras la catástrofe nuclear de Fukushima en 2011, los precios del uranio se desplomaron. Es una de las razones por las cuales Orano no ha iniciado aún la producción en el tercer yacimiento de Imouraren, considerado uno de los mayores del mundo.

Éste se mantiene en reserva, ya que el precio del uranio aún no justifica tal inversión. Mientras tanto, el grupo industrial explora nuevas técnicas de extracción.

Los franceses no son los únicos desanimados por el estado del mercado: en 2015, Níger concedió a una empresa canadiense los derechos para explotar una mina en Madaouela, a solo 10 kilómetros del yacimiento de Artlit. Ocho años después, las obras aún no han comenzado.

En 2007, China también obtuvo los derechos de explotación de un yacimiento de uranio, antes de congelar el proyecto ocho años después.

El renovado interés por la energía atómica en los dos últimos años ha vuelto a alentar a los productores. "Recordemos que Níger no tiene salida al mar", señala Emmanuel Grégoire. “La zona de extracción se encuentra en pleno desierto. Luego hay que transportar el uranio a Benín, antes de enviarlo a Europa: los costes de explotación son muy elevados", añade.

Según la Asociación Nuclear Mundial, Níger produjo en 2022 poco más de 2.000 toneladas de uranio. Hace 10 años, producía 4.500 toneladas. La proporción del país en la producción mundial cayó del 7,6% al 4%.

Oro e hidrocarburos

La situación sería más preocupante para Niamey si entretanto el país no hubiera invertido en dos nuevos sectores: el oro y los hidrocarburos. 

"Argelia tiene contratos de exploración en la frontera, pero por el momento China es el único país que explota los recursos petrolíferos de Níger", explica Grégoire.

La empresa francesa TotalEnergies, que distribuía petróleo a Níger, abandonó el país el año pasado. Las exportaciones de petróleo siguen siendo muy modestas, pero en 2021 ya valdrán casi tanto como las del uranio, un nuevo oleoducto de 2.000 km que se construye hasta los puertos de Benín.

En cuanto al oro, por el momento los yacimientos se explotan principalmente a pequeña escala mediante el lavado de oro. Pero con la subida de los precios del oro desde la pandemia, este mineral raro se ha convertido en la fuente de ingresos más importante para Níger.

Todo ello ha llevado a un reequilibrio entre el país y sus socios comerciales. Mientras que en 2016 Francia seguía siendo el principal socio comercial de Niamey, ahora son los Estados del Golfo -y en particular los Emiratos Árabes Unidos- y China los que ocupan los dos primeros puestos.