La BBC gestionó de forma "razonable" las acusaciones en contra de su presentador Huw Edwards

El director general de la BBC, Tim Davie, indicó este martes que la corporación pública intentó gestionar de manera "razonable" el periodo "difícil" vivido a raíz del reciente escándalo surgido tras filtrarse acusaciones de carácter sexual en torno a uno de sus presentadores estrella.

Davie fue hoy interrogado en el Parlamento británico ante el comité de Comunicaciones acerca del liderazgo de la corporación tras los últimos acontecimientos surgidos tras filtrarse en este país que uno de sus más veteranos periodistas, Huw Edwards, había sido acusado de haber pagado a una persona menor de edad a cambio de fotografías sexuales.

En esa comparecencia se plantearon varios asuntos, entre ellos "qué preocupaciones se han expuesto sobre la idoneidad de las disposiciones de gobierno de la BBC y cómo se están gestionando".

Davie dijo hoy que la BBC quería "escuchar y comprender las inquietudes" de la persona de la que partieron inicialmente las alegaciones.

Una familia había acusado al presentador de las Noticias de las Diez de haber pagado miles de libras a su hijo o hija adolescente (ya que no se ha especificado el sexo) a cambio de fotografías explícitamente sexuales y que el/la menor se había gastado el dinero en drogas, según el tabloide The Sun.

Posteriormente esa persona menor de edad negó esas alegaciones a través de abogados y la policía metropolitana de Londres confirmó que no se había hallado evidencia de ningún delito por parte de Edwards.

En su comparecencia, Davie dijo hoy que al estallar el escándalo y cuando aún no se conocía públicamente la identidad del presentador supuestamente involucrado en la polémica, la directiva de la BBC intentó equilibrar "las difíciles preocupaciones en torno a las acusaciones mismas, el deber de cuidado (que tiene el canal hacia sus empleados), la privacidad y el legítimo interés público".

La presidenta en funciones del ente público, Elan Cross Stephens, agregó ante el mismo comité que la junta directiva de la BBC se reunió dos veces dos días antes de que se publicaran las acusaciones, al tiempo que admitió que la corporación sufrió "una enorme presión" para desvelar la identidad de Edwards.

La BBC está actualmente llevando a cabo "una investigación para hallar hechos" con relación a las acusaciones surgidas contra el periodista, después de que fuera su propia esposa, Vicky Flind, quien destapara su identidad la pasada semana en un comunicado, en el que señalaba que Edwards estaba recibiendo ahora tratamiento hospitalario por "graves problemas de salud mental".