El futuro de los mercenarios y la dirección de la guerra en Ucrania siguen siendo inciertos

Los soldados mercenarios rebeldes que tomaron brevemente un cuartel militar ruso en una ominosa marcha hacia Moscú se fueron el domingo, pero la revuelta de corta duración ha debilitado al presidente Vladimir Putin justo cuando sus fuerzas enfrentan una feroz contraofensiva en Ucrania .

Según los términos del acuerdo que puso fin a la crisis, Yevgeny Prigozhin, quien lideró a las tropas de Wagner en el levantamiento fallido, se exiliará en Bielorrusia, pero no enfrentará un proceso judicial.

Pero no estaba claro qué sucedería finalmente con él y sus fuerzas. Se han publicado pocos detalles del acuerdo negociado por el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y no se ha sabido nada de Prigozhin ni de Putin. Los principales líderes militares rusos también se han mantenido en silencio.

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, describió los eventos del fin de semana como "extraordinarios", y recordó que hace 16 meses Putin parecía estar listo para apoderarse de la capital de Ucrania y ahora ha tenido que defender Moscú de las fuerzas dirigidas por su antiguo protegido.

“Creo que hemos visto surgir más grietas en la fachada rusa”, dijo Blinken en “Meet the Press” de NBC.

“Es demasiado pronto para decir exactamente a dónde van y cuándo llegan allí, pero ciertamente tenemos todo tipo de preguntas nuevas que Putin tendrá que abordar en las próximas semanas y meses”.

Aún no estaba claro qué significarían para la guerra en Ucrania las fisuras abiertas por la rebelión de las 24 horas. Pero resultó en que algunas de las mejores fuerzas que luchaban por Rusia fueran retiradas del campo de batalla: las tropas de Wagner, que habían demostrado su eficacia al lograr la única victoria terrestre del Kremlin en meses, en Bakhmut, y los soldados chechenos enviados para detenerlos cuando se acercaban. a Moscú.

El rápido avance de las fuerzas de Wagner, en gran parte sin oposición, también expuso vulnerabilidades en las fuerzas militares y de seguridad de Rusia. Se informó que los soldados mercenarios derribaron varios helicópteros y un avión de comunicaciones militares. El Ministerio de Defensa no ha comentado.

“Honestamente, creo que Wagner probablemente hizo más daño a las fuerzas aeroespaciales rusas en el último día que la ofensiva ucraniana en las últimas tres semanas”, dijo en un podcast Michael Kofman, director de Estudios de Rusia en el grupo de investigación CAN.

Los ucranianos esperaban que las luchas internas rusas pudieran crear oportunidades para su ejército, que se encuentra en las primeras etapas de una contraofensiva para recuperar el territorio ocupado por las fuerzas rusas.

“Putin está muy disminuido y el ejército ruso, y esto es significativo en lo que respecta a Ucrania”, dijo Lord Richard Dannatt, exjefe del estado mayor general de las fuerzas armadas británicas. "... Prigozhin ha dejado el escenario para ir a Bielorrusia, pero ¿es ese el final de Yevgeny Prigozhin y el Grupo Wagner?"

Según los términos del acuerdo que detuvo el avance de Prigozhin, a las tropas de Wagner que no respaldaron la revuelta se les ofrecerán contratos directamente con el ejército ruso, poniéndolos bajo el control de los jefes militares que Prigozhin estaba tratando de expulsar. Una posible motivación para la rebelión de Prigozhin fue la demanda del Ministerio de Defensa, que Putin respaldó, de que las empresas privadas firmaran contratos antes del 1 de julio. Prigozhin se había negado a hacerlo.

“Lo que no sabemos, pero descubriremos en las próximas horas y días, es cuántos de sus combatientes se han ido con él, porque si se fue a Bielorrusia y mantuvo una fuerza de combate efectiva a su alrededor, entonces él... presenta una amenaza nuevamente” para Ucrania, dijo Dannatt.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que le dijo al presidente estadounidense Joe Biden en una llamada telefónica el domingo que la rebelión abortada en Rusia había “expuesto la debilidad del régimen de Putin”.

En su avance relámpago, las fuerzas de Prigozhin tomaron el sábado el control de dos centros militares en el sur de Rusia y se acercaron a 200 kilómetros (120 millas) de Moscú antes de retirarse.

La gente en Rostov-on-Don vitoreó a las tropas de Wagner cuando partieron el sábado por la noche, una escena que jugó con el temor de Putin a un levantamiento popular. Algunos corrieron a darle la mano a Prigozhin mientras se alejaba en una camioneta.

Sin embargo, la rebelión fracasó rápidamente, en parte porque Prigozhin no tenía el respaldo que aparentemente esperaba de los servicios de seguridad rusos. Los Servicios Federales de Seguridad pidieron de inmediato su arresto.

“Claramente, Prigozhin perdió los nervios”, dijo el general estadounidense retirado David Petraeus, exdirector de la CIA, en “State of the Union” de CNN.

“Esta rebelión, aunque recibió algunos aplausos en el camino, no parecía estar generando el tipo de apoyo que él esperaba”.

Rostov parecía tranquilo el domingo por la mañana, con solo huellas de tanques en las carreteras como recordatorio de los combatientes de Wagner.

“Todo terminó perfectamente bien, gracias a Dios. Con bajas mínimas, creo. Buen trabajo”, dijo uno de los residentes, quien solo accedió a proporcionar su nombre de pila, Sergei. Dijo que los soldados de Wagner solían ser héroes para él, pero ahora no.

En la región de Lipetsk, que se encuentra en el camino a Moscú, los residentes parecían no inmutarse por la agitación.

“No perturbaron nada. Se quedaron quietos en la acera y no se acercaron ni hablaron con nadie”, dijo Milena Gorbunova a la AP.

Mientras las fuerzas de Wagner avanzaban hacia el norte, hacia Moscú, las tropas rusas armadas con ametralladoras establecieron puestos de control en las afueras. El domingo por la tarde, las tropas se retiraron y el tráfico volvió a la normalidad, aunque la Plaza Roja permaneció cerrada a los visitantes. En las carreteras que conducen a Moscú, las cuadrillas repararon las carreteras destrozadas apenas unas horas antes presas del pánico.

Los presentadores de las estaciones de televisión controladas por el estado presentaron el acuerdo que puso fin a la crisis como una muestra de la sabiduría de Putin y transmitieron imágenes de las tropas de Wagner retirándose de Rostov para alivio de los residentes locales que temían una batalla sangrienta por el control de la ciudad. Las personas que fueron entrevistadas por el Canal 1 elogiaron el manejo de la crisis por parte de Putin.

Pero la revuelta y el trato que la puso fin dañaron severamente la reputación de Putin como líder dispuesto a castigar sin piedad a cualquiera que desafíe su autoridad.

Prigozhin había exigido la destitución del ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a quien Prigozhin ha criticado durante mucho tiempo en términos fulminantes por la forma en que ha llevado la guerra en Ucrania.

Estados Unidos tenía información de inteligencia de que Prigozhin había estado acumulando sus fuerzas cerca de la frontera con Rusia durante algún tiempo. Eso entra en conflicto con la afirmación de Prigozhin de que su rebelión fue una respuesta a un ataque a sus campamentos en Ucrania el viernes por parte del ejército ruso que, según dijo, mató a un gran número de sus hombres. El Ministerio de Defensa negó haber atacado los campamentos.

El representante estadounidense Mike Turner, que preside el Comité de Inteligencia de la Cámara, dijo que la marcha sobre Moscú parecía haber sido planeada con anticipación.

“Ahora, siendo un tipo militar, entiende la logística y realmente la asistencia que va a necesitar para hacer eso”, incluso de algunos rusos en la frontera con Ucrania que lo apoyaron, dijo Turner en “Face the Nation” de CBS.

“Esto es algo que tendría que haber sido planeado durante una cantidad significativa de tiempo para ejecutarse de la manera en que se hizo”, dijo.