El jefe de la OTAN planea dejar el cargo en octubre
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, en funciones desde 2014, no tiene previsto prorrogar su mandato que termina en octubre, informó el domingo la Alianza Atlántica.
"El mandato del secretario general, Jens Stoltenberg, se ha prorrogado tres veces y ha prestado servicio durante un total de casi nueve años", declaró la portavoz Oana Lungescu.
"El mandato del secretario general llega a su fin en octubre de este año y no tiene intención de solicitar otra prórroga", añadió la vocera.
El ex primer ministro noruego, de 63 años, asumió el cargo el 1 de octubre de 2014 y ha estado a la cabeza de la Alianza durante varias crisis internacionales, como la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.
En marzo de 2022, los dirigentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte decidieron prorrogar el mandato de Stoltenberg hasta el 30 de septiembre de 2023.
Aún no se ha anunciado ningún candidato oficial y de momento, no hay consenso sobre quién podrá reemplazar a Stolteberg, insisten fuentes diplomáticas en Bruselas, sede de la organización.
El nombramiento se realiza por consenso entre los embajadores de los 30 Estados miembros, aunque en la práctica, Washington tiene un voto decisivo.
La elección del próximo dirigente será visto cómo un símbolo del futuro rumbo de la OTAN.
El secretario general siempre ha sido un europeo. Los últimos cuatro líderes fueron un británico, un neerlandés, un danés y un noruego (Stoltenberg).
En febrero de 2022, Stoltenberg fue nombrado para tomar las riendas del Banco Central de Noruega, aunque al final renunció al puesto.
En ese momento, las especulaciones se centraron en la posibilidad de que una mujer le sucediera. Desde su fundación en 1949, la Alianza siempre ha sido dirigida por hombres europeos.
Desde entonces, los intereses estratégicos se desplazaron a su flanco oriental, con países en primera línea frente a Rusia.
Tanto Polonia (adhesión en 1999) como los Estados bálticos (adhesión en 2004) consideran ahora que sus advertencias sobre Moscú han dado sus frutos y han liderado los llamamientos a apoyar y enviar armas a Ucrania para que enfrente a Moscú.
En ese contexto, la primera ministra de Lituania, Ingrida Simonyte, o su homóloga estonia, Kaja Kallas, cuentan con importantes apoyos.
Pero algunos consideran que nombrar a alguien de los países bálticos podría ser visto como una provocación hacia Rusia, y por ende, abrir la vía a un conflicto directo con Moscú.