Los microplásticos pueden hacer más dañinos otros contaminantes
Los microplásticos, pequeñas piezas de plástico de menos de cinco milímetros de largo, se están convirtiendo en un contaminante omnipresente. Además, pueden hacer más dañinos a otros contaminantes.
Los estudios sugieren que, por sí solos, estos pequeños fragmentos son potencialmente dañinos y no está claro qué efecto podrían tener sobre los contaminantes que se adhieren a ellos. Ahora, un estudio en Environmental Science & Technology Letters de ACS muestra que, cuando se adhieren a los microplásticos, los filtros UV utilizados en productos como los protectores solares pueden hacer que el cromo metálico sea más tóxico.
Debido a que los microplásticos pueden acumular otros contaminantes ambientales en sus superficies, como metales pesados o moléculas orgánicas, podrían representar un problema aún mayor para la vida silvestre, las plantas o los humanos de lo que se pensaba originalmente.
Investigaciones anteriores han demostrado que los metales pesados pueden adherirse fácilmente a los microplásticos y que esta combinación podría dañar potencialmente la vida acuática. Pero más allá de simplemente adherirse a otros contaminantes, los microplásticos y el cóctel de sustancias que contienen podrían interactuar entre sí, alterando sus propiedades químicas.
Por ejemplo, ciertos metales, como el cromo (Cr), pueden adoptar diferentes estados de oxidación mientras se encuentran en las superficies de los microplásticos. Y aunque el Cr(III) es relativamente seguro, el Cr(VI) es tóxico.
Entonces, Kelvin Sze-Yin Leung, de la Universidad Baptista de Hong Kong, y su equipo querían investigar, por primera vez, cómo podría cambiar el estado de oxidación de Cr cuando se une a microplásticos, y cómo esto podría verse afectado por un contaminante orgánico común: las moléculas de filtro UV.
Los investigadores crearon mezclas de partículas microplásticas de cromo y poliestireno con y sin filtros UV de tipo benzofenona. El equipo descubrió que los microplásticos podrían agregar aún más Cr en presencia de un filtro UV. Además, el estado de oxidación del Cr fue mayor en las mezclas que contenían los filtros.
Finalmente, el equipo probó si este aumento del estado de oxidación se tradujo en toxicidad ambiental para una población de microalgas. El crecimiento de las microalgas se inhibió cuando se expuso a la mezcla que contenía la molécula del filtro, lo que sugiere que Cr estaba ahora en su forma más tóxica. Según los investigadores, esto significa que los microplásticos pueden ayudar a transformar los contaminantes en una forma más dañina, una interacción no probada previamente.