Diana de Gales, su sombra sigue siendo demasiado larga
"No creo que llegue a ser reina, me ven como una amenaza. Me gustaría ser reina en el corazón de las personas" confesaba Diana de Gales en su polémica entrevista para la BBC. Dicho y hecho. Tras el fallecimiento de la Reina Isabel II, con la que no gozaba de buena relación, se recuerda más que nunca la figura de la icónica Lady Di.
Esta semana el mundo entero ha sido testigo de un momento histórico: la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra y la proclamación, este mismo sábado, de Carlos III como Rey, sucesor de la corona británica. No sólo eso, ya que con esta proclamación se cumple el deseo de la difunta de nombrar a Camilla Parker Bowles como 'reina consorte' y no dejarla a un lado.
Se trata, sin duda, de un hecho que ha llamado especialmente la atención. Felipe de Edimburgo, marido de la Reina Isabel II, nunca llegó a ser rey, de hecho sólo se le concedió el título de príncipe. Un detalle que con su marido nunca tuvo, pero que sí ha tenido con su hijo, quien ahora reinará sobre Reino Unido... de alguna manera premia al amor que este ha conseguido tener con Camilla y le da su sitio como 'reina consorte' sin haber sido antes Princesa de Gales.
Durante estos días muchas han sido las veces que hemos leído en redes sociales el nombre de la recordada Diana de Gales, una mujer que puso a la corona británica en delicadas situaciones al desobedecer el protocolo y eclipsar a todos sus miembros, en especial a su marido y a la propia reina.
Sin quererlo, Lady Di se convertía en la imagen de la Monarquía del siglo XX, una princesa que luchó contra la ansiedad, la bulimia, las infidelidades de su marido, la soledad... Ella, al mismo tiempo que comprometía a la corona, consiguió elevarla hasta lo más alto.
Su separación y posterior divorcio supuso un antes y un después en su vida, pero también en todos los habitantes que la conocieron. Muchos no olvidan que hoy, quizás, ella sería la reina que siempre quisieron ver en el trono y no Camilla Parker Bowles, la tercera en discordia durante sus años de matrimonio con el Príncipe Carlos.
Una historia de amor que acabó de la peor forma. Un accidente de coche le arrebataba la vida y con ella, se iban las esperanzas de todos los ciudadanos de encontrar a una mujer tan volcada con las causas sociales como ella. Sin embargo, este suceso tan doloroso para sus dos hijos, Guillermo y Enrique, fue de vital importancia para su padre, quien tenía vía libre para emprender su amor con la mujer de la que siempre estuvo enamorado.
La historia del Rey Carlos III y Camilla Parker Bowles podría ser una historia de amor como la de los cuentos. Depende de cómo se mire y de quién la analice. Lo cierto es que la sombra de Diana de Gales es demasiado larga, como su recuerdo, que por muchos años que pasen parece que hay quien no perdona el sufrimiento que la ocasionaron todos ellos. Los mismos que no perdonan, tampoco olvidan y siempre la verán como la Reina de corazones que, pese a todo, sobrevivió a la corona.