Ecuatorianos protestan por gasolina y productos agrícolas
Con bloqueos de algunas vías en tres provincias, protestas aisladas en ciudades y algunos actos vandálicos en el centro andino termina la primera jornada de protestas convocada por organizaciones indígenas y sociales de Ecuador que, entre otros reclamos, exigen la reducción del precio de la gasolina y que se establezca por decreto el valor de los productos agrícolas.
En la tarde, el mayor gremio de floricultores del país, Expoflores, denunció que decenas de personas irrumpieron en algunas fincas de la provincia de Cotopaxi, en el centro andino del país, para exigir que los trabajadores salgan a apoyar las protestas. El 75% de la producción diaria de ese sector no pudo salir de los sitios de producción debido al bloqueo de la carretera Panamericana.
Tanto en esa provincia como en Imbabura y Pichincha, las protestas parecieron recrudecer durante las últimas horas en sectores específicos de esa importante vía, lo que impedía la circulación hacia la capital. El gobierno dijo que el 90% de las carreteras están abiertas al libre tráfico.
En unos tres sectores del centro norte de la capital, tanto estudiantes de secundaria como universitarios salieron a las calles para manifestarse en contra de las políticas económicas del gobierno, mientras la policía se empeñaba en controlar los desmanes.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo en la primera evaluación de la protesta que no hay detenidos aunque sí hubo algunos actos vandálicos, “pero en la mayoría de provincias se mantiene la normalidad”.
Precisó que en todo el país alrededor de 4.000 manifestantes han bloqueado 44 puntos de diferentes vías, especialmente en las provincias andinas de Imbabura, Cotopaxi y Pichincha.
“Todos nos hacemos daño con una protesta violenta”, advirtió el presidente Guillermo Lasso y señaló que “no podemos permitir que grupos políticos que buscan desestabilizar y pescar a río revuelto paralicen nuevamente al país. Parar es lo peor que podemos hacer cuando estamos empezando a reactivarnos”.
Leónidas Iza, máximo líder de la mayor organización indígena -la Confederación de Nacionalidades-, dijo a periodistas que “no podemos aceptar en este momento como una cuestión normal que el presidente siga diciendo sí a todo lo que impone el Fondo Monetario Internacional, porque el presidente está con el pueblo o simplemente va con el FMI. Este pueblo levantado de pie no va a permitir esta imposición”.
Lasso mantiene un programa de financiamiento de 6.500 millones de dólares, 1.000 millones de los cuales se entregaron en mayo, con la finalidad de estabilizar la economía duramente golpeada por la pandemia de coronavirus y las maltrechas cuentas fiscales de los últimos años.
Iza manifestó ante un grupo de campesinos que “se convierte en una agenda muy importante, bajar (tumbar) al presidente de la república. No va a ser nada fácil con una movilización así, sino realmente con una medida de hecho muy contundente”.
En octubre de 2019 protestas indígenas generalizadas que se extendieron duraron durante casi dos semanas y fueron especialmente violentas en la capital -que también exigían la reducción del precio de la gasolina- estuvieron a punto de terminar con el gobierno del entonces presidente Lenín Moreno (2017-2021).
El ministro del Gobierno, Francisco Jiménez, dijo a la estación de televisión Teleamazonas que “si alguien toma un solo paso en ese sentido, una sola actitud que haga evidenciar que lo que dijo es real (tumbar al presidente), tenemos que actuar con la ley en la mano... no vamos a dudar en ningún momento en actuar”. Añadió que “siempre hemos evidenciado nuestra predisposición al diálogo, nunca lo hemos dejado de hacer”.
En algunas vías como la Panamericana se observaban largas filas de vehículos particulares y camiones debido a los obstáculos en las carreteras.