Los "convoyes" antivacunas se aprestan a entrar en París pese a la prohibición
PARA EVITAR LA VIGILANCIA POLICIAL, LOS CONVOYES SE HAN DISPERSADO Y SE HAN DADO CITA EN DIVERSAS ENTRADAS A LA CIUDAD
Miles de personas reunidas en los llamados "convoyes de la libertad", que protestan contra las vacunas y contra las restricciones impuestas por el Gobierno por la pandemia, se dirigen hacia París con la intención de manifestarse este sábado, pese a la prohibición explícita de las autoridades.
Procedentes de todo el país, reunidos en varios ramales que confluyen en la capital, las caravanas hicieron noche en las puertas de la ciudad y ahora han puesto rumbo, a ritmo lento, hacia la misma.
Organizados a través de las redes sociales y aplicaciones de mensajería, aseguran pretender colapsar los accesos a París, pese al dispositivo previsto por la Prefectura, compuesto por 7,200 agentes, vehículos blindados y máquinas para evitar bloqueos.
Para evitar la vigilancia policial, los convoyes se han dispersado y se han dado cita en diversas entradas a la ciudad.
Por el momento, casi 100 personas han sido multadas durante la noche por participación en una manifestación prohibida, según la Prefectura.
Las autoridades siguen de cerca la situación para evitar imágenes similares a las que hace unos años provocaron las protestas de los llamados "chalecos amarillos", que dieron la vuelta al mundo.
Los "convoyes de la libertad", inspirados en los que ha logrado bloquear Otawa, publicaron a través de las redes sociales una serie de reivindicaciones, que giran en torno a su rechazo a las vacunas y a las medidas para incitar a ponérsela, como el pase covid.
En una carta abierta dirigida al presidente, Emmanuel Macron, y al primer ministro, Jean Castex, piden que se les devuelva "la libertad de la que durante dos años se (nos) ha privado por circunstancias excepcionales que ya no se dan".
Además, exigen que se abandone la vacunación y que se cree una investigación farmacológica independiente sobre sus efectos.
También reclaman que vuelvan a sus puestos los sanitarios despedidos por negarse a vacunarse y que se indemnice a todo trabajador que haya sufrido consecuencias por no hacerlo.
Macron sigue con atención este nuevo movimiento de protesta que se produce a dos meses de la primera vuelta de las presidenciales a las que, aunque todavía no se ha declarado candidato de forma oficial, encabeza todas las encuestas.
El presidente aprovechó una entrevista anoche con la prensa local para pedir calma y dijo entender la fatiga de los ciudadanos por las restricciones ligadas a la covid.