Un uso eficiente del e-mail, herramienta en la lucha contra cambio climático
"UNA VEZ QUE SOMOS CONSCIENTES DE TODA ESTA CADENA EMPEZAMOS A ENTENDER EL IMPACTO QUE TIENE EL ENVÍO DE UN CORREO ELECTRÓNICO EN EL MEDIO AMBIENTE"

Foto: As.
Enviar un correo electrónico, pese a lo que muchos puedan pensar, también genera emisiones de gases de efecto invernadero, y empresas y usuarios pueden modificar sus hábitos para hacer un uso mucho más eficiente de esta herramienta de comunicación y ayudar así en la lucha contra el cambio climático.
Pensar en la huella de carbono de un e-mail es difícil porque la mayoría de los elementos que se usan para enviarlo o recibirlo no está a la vista, pero debemos ser conscientes de que los proveedores de buzones y las operadoras de telecomunicaciones utilizan equipos y que los dispositivos que usamos para enviarlos o leerlos los mantenemos encendidos las 24 horas del día en muchos casos.
"Una vez que somos conscientes de toda esta cadena empezamos a entender el impacto que tiene el envío de un correo electrónico en el medio ambiente", ha explicado a EFE el vicepresidente internacional de Customer Engagement de Validity, Guy Hanson, que ha señalado que se calcula que diariamente se envían unos 100,000 millones de correos electrónicos, el 85 % de ellos spam (no solicitado).
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