Líder de mayor banda de Haití chantajea al primer ministro con el combustible
Barbecue explicó que pide la renuncia de Henry porque su nombre ha sido citado en la investigación del asesinato del presidente Jovenel Moise
El líder de la principal banda armada de Haití, Jimmy Cherizier, alias Barbecue, pidió este martes la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, como condición para permitir la distribución de combustible en el país.
"Nuestra exigencia es clara, pura y simple. Nuestra exigencia es la dimisión del primer ministro, Ariel Henry", dijo el capo de G9 Fanmi e Alye en una rueda de prensa, celebrada en momentos en los que Haití atraviesa un grave desabastecimiento de combustible, ocasionado por la acción de las bandas armadas.
El desabastecimiento ha ido en aumento en las últimas semanas, debido a los ataques a los transportistas, y ha llegado a un momento crítico en los últimos días por el bloqueo de las calles que conducen a los depósitos de carburante ubicados en la zona portuaria de la capital.
La falta de carburante está afectando al funcionamiento de empresas, instituciones públicas y hospitales, ya que en su mayoría usan generadores eléctricos alimentados por derivados de petróleo.
Barbecue explicó que pide la renuncia de Henry porque su nombre ha sido citado en la investigación del asesinato del presidente Jovenel Moise, cometido el pasado 7 de julio, ya que pocas horas después del magnicio, el actual jefe de Gobierno habló por teléfono con uno de los implicados.
El capo dijo que Haití necesita "que no sea el 5 % de la gente quien controle el 85 % de la riqueza del país".
"Sí necesitamos un Haití en el que no haya un pequeño grupo de vagabundos que durante 25-30 años han estado jugando a la política. Creo que ha llegado el momento de que nosotros, los jóvenes, tomemos el destino del país en nuestras manos", afirmó.
Este martes se celebra el segundo día de una huelga general de tres días convocada para protestar por el desabastecimiento de combustible y contra la inseguridad.
La crisis de combustible ya ha obligado a suspender la atención sanitaria en 50 centros médicos del país, 15 de ellos en Puerto Príncipe, según datos de Unicef.