Luisiana trata de recuperarse de la devastación de Ida
Las luces volvieron para unos cuantos afortunados, algunas tiendas reabrieron sus puertas, y las cuadrillas de limpieza despejaron árboles y escombros de un creciente número de caminos el miércoles: Pequeñas muestras de progreso en medio de una tarea monumental para reparar el daño causado por el huracán Ida.
De cualquier forma, las penurias siguen siendo generalizadas tres días después de que el meteoro azotó Luisiana y partes de Mississippi con una fuerza tal que lo convirtió en el quinto huracán de mayor magnitud en tocar tierra en Estados Unidos continental. Algunas comunidades ubicadas en zonas bajas continúan bajo el agua. Cerca de un millón de residencias y empresas siguen sin servicio eléctrico, y las autoridades de salud indicaron que más de 600,000 no tienen agua corriente.
La cifra de víctimas fatales aumentó a por lo menos seis después de que un forense confirmó que una mujer de 65 años se había ahogado dentro de su casa en Luisiana y la policía de Maryland informara que un joven de 19 años había sido encontrado sin vida dentro de un complejo residencial inundado por los aguaceros de los remanentes de Ida. Y la increíble magnitud del desastre comenzó a quedar clara: una compañía privada calculó que los daños totales provocados por Ida podrían superar 50.000 millones de dólares.
Sin servicio eléctrico en toda Nueva Orleans, salvo por los que tenían generadores, Byron Lambert se despertó agitado alrededor de la 1:30 de la mañana cuando la luz regresó de forma inesperada en el pasillo junto al sitio donde dormía. En un principio pensó que se trataba de un ladrón, pero luego se dio cuenta de que ya había luz.
La casa de Lambert, ubicada en el este de Nueva Orleans, fue una de las más de 11.000 viviendas y negocios en los que volvió la luz el miércoles en la madrugada, según informó la compañía eléctrica Entergy.
“Cuando volvió me sorpendió. Pensé: ‘¡Qué bien! ¡Tenemos luz!’”, declaró Lambert, con un entusiasmo atemperado por su conocimiento de la situación que enfrenta mucha gente. “Soy afortunado, pero hay muchas personas que no tienen tanta suerte, y rezo por ellas, porque es duro”.
Aún había 989.000 casas y negocios sin luz, o el 44% de todos los consumidores de servicios públicos estatales en el sureste de Luisiana, desde el área de Nueva Orleans hasta Baton Rouge, según la Comisión de Servicios Públicos. Phillip May, presidente y director general de Entergy Louisiana, dijo el miércoles a los reporteros que pronostica “mucho mayor progreso” en los próximos días. De todas formas, admitió que la recuperación será lenta después de que la tormenta arruinó miles de postes y transformadores.
En el vecino Mississippi, 32,000 consumidores seguían sin electricidad.
Algunas de las áreas más afectadas del sureste de Luisiana estaban el miércoles bajo avisos de altas temperaturas, en los que los meteorólogos pronosticaban que la combinación del calor y la humedad podría elevar la sensación térmica a 42 Celsius (109 Fahrenheit). Las autoridades realizaban labores apresuradas para ofrecer alimentos, agua y sitios para refrescarse.
Elementos de la Guardia Nacional han entregado más de 141.000 comidas, 143.000 litros de agua y más de 500 lonas en Luisiana hasta la mañana del miércoles, según la oficina del gobernador John Bel Edwards. En Nueva Orleans, las autoridades instalaron siete lugares en donde las personas pueden recibir alimentos y disfrutar de aire acondicionado. La ciudad también está utilizando 70 autobuses de transporte urbano para que sean centros para refrescarse, dijo la alcaldesa LaToya Cantrell.