Francia declara la guerra al "islamismo radical" con un nuevo proyecto de ley

El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, y el ministro de Educación, Juventud y Deportes, Jean-Michel Blanquer, con máscaras protectoras, asisten a una conferencia de prensa después de las discusiones semanales de la reunión del gabinete sobre un proyecto de ley destinado a reprimir el islamismo radical como una `` ley de libertad ''. en el Palacio del Elíseo en París el 9 de diciembre de 2020.

El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, y el ministro de Educación, Juventud y Deportes, Jean-Michel Blanquer, con máscaras protectoras, asisten a una conferencia de prensa después de las discusiones semanales de la reunión del gabinete sobre un proyecto de ley destinado a reprimir el islamismo radical como una `` ley de libertad ''. en el Palacio del Elíseo en París el 9 de diciembre de 2020.

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María Elena BucheliParís, Francia

Tras los recientes ataques en París y Niza, el gobierno francés detalló este miércoles un proyecto de ley para luchar contra el "islamismo radical" que pretende estrechar el control sobre los lugares de culto y prohibir algunas prácticas "incompatibles" con los valores de la República francesa, pese a algunas críticas del mundo musulmán.

"Este proyecto de ley no es un texto contra las religiones, ni contra la religión musulmana en particular", dijo el primer ministro Jean Castex en una conferencia de prensa.

"Es, por el contrario, una ley de libertad, una ley de protección, una ley de emancipación frente al fundamentalismo religioso" (...) y tiene como blanco "la perniciosa ideología que se llama radicalismo islamista", añadió.

Este texto compuesto por unos 50 artículos, y que es presentado como uno de los últimos grandes proyectos de ley del quinquenio de Macron (2017-2022), busca responder a la inquietud de los franceses frente a la amenaza yihadista.

Incluye disposiciones para restringir la escolarización de los niños en el hogar, permitir un mayor control sobre el funcionamiento y la financiación de las asociaciones y lugares de culto y luchar mejor contra los mensajes que incitan al odio y la divulgación de información personal en internet.

Esta última disposición es la respuesta del gobierno al asesinato en octubre de un profesor cerca de París que había mostrado caricaturas del profeta Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.

El maestro Samuel Paty había sido amenazado en línea antes de su decapitación por un presunto islamista a mediados de octubre. En los mensajes, publicados por algunos padres de familia, se mencionaron su nombre y el de su escuela.

La muerte de Paty se suma a la larga lista de atentados yihadistas en Francia, que incluyen las matanzas de 2015 en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo y en la sala de conciertos Bataclan, y un ataque en una iglesia en Niza (sur) también en octubre de este año, que dejó tres muertos.

- "Rearmarse" -

El texto, presentado en el 115º aniversario de la emblemática ley de 1905 sobre el laicismo, es el resultado de tres años de reflexiones para encontrar una solución a lo que Macron denomina la "hidra" islamista.

Su gobierno ya ha adoptado varias medidas para luchar contra la radicalización, como el cierre de unos 400 lugares (asociaciones, mezquitas, salas de deporte, etc.).

Pero frente a algunas carencias jurídicas, Macron decidió presentar una ley para "rearmarse" frente al islamismo radical, cuyos principios desveló a principios de octubre.

El Ejecutivo tendrá que navegar en un contexto político delicado, después de haber visto cómo su mayoría parlamentaria se rebeló a principios de mes contra la ley de Seguridad Global, en particular un artículo que enmarca la difusión de imágenes de policías en acción, considerado "liberticida".

Además de una mayoría dividida, el gobierno también tendrá que lidiar con la oposición en pie de guerra antes del debate del proyecto de ley previsto en la Asamblea Nacional, a principios de 2021.

Tampoco faltan las protestas en el extranjero, con violentas manifestaciones antifrancesas en Bangladés o Pakistán, protestas de líderes musulmanes y críticas de la prensa anglosajona a un texto acusado de lanzar un anatema a todos los musulmanes.

Este texto ha causado malestar incluso con Estados Unidos, uno de los principales aliados de Francia. "Cuando se es demasiado represivo, la situación puede empeorar", estimó el martes Sam Brownback, emisario de Estados Unidos para la libertad religiosa.