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Centro de detención de migrantes en Virginia, nuevo foco de COVID-19 en EEUU

Según las estadísticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas , en el lugar se han detectado 290 casos positivos.

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EFEWashington D.C. Estados Unidos

En medio de la imparable propagación del coronavirus en Estados Unidos, el centro de detención de inmigrantes de Farmville, en el estado de Virginia, ha emergido como un nuevo brote de contagios, con 290 positivos confirmados por las autoridades.

Semanas después de que la expansión de la pandemia en el Centro de Detención de Otay Mesa, en California, encendiera las alarmas, Farmville ha despertado la preocupación de organizaciones proinmigrantes, senadores y el gobernador de Virginia, Ralph Northam, quienes han pedido se detenga la transferencia de personas bajo custodia a ese lugar.

"TODOS ESTAMOS CONTAGIADOS"

Alberto, un detenido en ese centro que habló con Efe bajo la condición de ser identificado con nombre ficticio, relató que el pasado 3 de julio fue sometido junto a sus compañeros a la prueba de la COVID-19, que salió positiva y confirmó el temor generalizado sobre la presencia de la enfermedad.

"La verdad es que todos estamos contagiados con el virus ", aseguró este hombre procedente de Centroamérica, e indicó que incluso el personal de la cocina y de seguridad se ha visto afectado, lo que ha llevado a varios a oficiales a renunciar.

Según las estadísticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés), en el lugar se han detectado 290 casos positivos.

Hasta el pasado martes las cifras de ICE daban cuenta de una población total de 312 detenidos en el centro, aunque no informaban sobre posibles empleados de esta agencia contagiados.

Pero, de acuerdo con Alberto, en ese establecimiento "ICE no se presenta". A comienzos de julio el reclamo de los detenidos de ser atendidos por representantes de esa agencia desató un choque en el que varios de ellos fueron reprimidos con lo que él describió como un gas, sin que precisara su tipo.

"Al siguiente día, ya todo el mundo empezó con el malestar", señaló Alberto, quien mencionó que empezaron a sufrir calentura, diarrea y dolor de cabeza.

Él ha empezado a presentar dificultad para respirar en los últimos días.

"Después (de ese incidente con ICE) -agregó- es que el virus brotó todavía más feo, entonces caímos todos (enfermos)".

Este hombre, cuya esposa e hijos lo esperan en casa, consideró que la atención que reciben "no es la adecuada".

"Ellos no tienen un enfermero, no tienen personas especializadas para podernos atender de la manera que es adecuada", reiteró Alberto, quien ha sido tratado con Tylenol, un analgésico y antipirético a base de acetaminofén.

UN TRASLADO PROBLEMÁTICO

La preocupación entre los reclusos comenzó cuando otros internos procedentes de Florida y Arizona, dos de los estados donde ha habido un repunte de los casos de COVID-19 en las últimas semanas, fueron traslados a ese lugar.

"Los pusieron en cuarentena, pero después de esa cuarentena el virus se regó", afirmó este hombre, que desde hace varios meses se encuentra en ese lugar en un dormitorio de 84 camas.

En un comunicado, un portavoz de ICE señaló a Efe que en Farmville se ofrecieron pruebas a todos los detenidos entre el 1 y el 3 de julio para determinar el alcance de los casos de la COVID-19.

"La mayoría de los que dieron positivo son asintomáticos, pero se les está vigilando de cerca y están recibiendo la atención médica adecuada", según la nota, en la que se informa que un detenido está hospitalizado y otros tres que presentan síntomas están siendo monitoreados por el personal médico del centro.

El comunicado precisó que los controles médicos se efectúan "dos veces al día", lo que incluye el control de temperatura y la entrega de medicamentos.

"ESTÁN JUGANDO CON LAS VIDAS DE NUESTRA GENTE"

Luis Aguilar, director en Virginia de la organización proinmigrante CASA, consideró que Farmville es un "claro ejemplo" de la necesidad de que cierren los centros de detención de inmigrantes, que describió como unos "generadores de dinero", debido a los contratos asociados a su operación.

"Tenemos detenida ahí a nuestra gente y no es por razones criminales", dijo a Efe, al asegurar que están pidiendo al Gobierno que deje salir a estas personas, ya que se "está poniendo su vida en riesgo".

También los senadores demócratas por Virginia Mark Wagner y Tim Kaine han elevado su voz por lo ocurrido en ese lugar en sendas cartas a ICE y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).

"ICE está poniendo en peligro un asombroso número de vida de detenidos, de personal y de la comunidad circundante de Farmville debido a su decisión de transferir a detenidos durante la pandemia", señalaron en una carta del 16 de julio -la primera la remitieron el 26 de junio-, en la que hablan de un movimiento de 70 personas desde Arizona y Florida "a principios de junio".

También el gobernador de Virginia solicitó en una misiva al presidente estadounidense, Donald Trump, y cuyos extractos fueron difundidos por medios locales, que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) evalúen la situación y realicen pruebas "tan pronto como sea posible".