NASA
Saludo a primera nave espacial comercial: Aquí Houston, bienvenidos a la EEI
Los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley abrieron este domingo un "nuevo capítulo en la exploración espacial" al llegar a la Estación Espacial Internacional (EEI) a bordo de una cápsula de la compañía aerospacial SpaceX, en el que fue el primer vuelo comercial tripulado con humanos al laboratorio en la órbita terrestre.
"Aquí Houston, Bob y Doug, bienvenidos a la EEI", fueron las primeras palabras que escucharon los dos astronautas tras atracar con éxito en el módulo Harmony a las 14.17 GMT.
La nave de la compañía estadounidense es la primera en llegar a la órbita terrestre desde EE.UU. después de que la agencia aeroespacial estadounidense cancelara su programa de transbordadores en 2011, lo que obligó a la NASA a enviar a sus astronautas al espacio mediante la nave rusa Soyuz durante casi una década.
EL INICIO DE LAS MISIONES COMERCIALES
Este viaje es además la última prueba antes de que comiencen las misiones de la NASA operadas por compañías privadas como la de Elon Musk, que en 2014 obtuvo un contrato junto a Boeing para iniciar la comercialización de la órbita terrestre con la vista puesta en volver a poner al ser humano en la Luna y, posteriormente, llegar a Marte.
"Es un momento increíble para estar en la NASA. Nuevos vehículos que volarán, continuarán con las misiones en la órbita baja, y después a la Luna y a Marte. Gracias y enhorabuena", dijo Behnken a su llegada a la EEI.
Diecinueve horas después de despegar desde Cabo Cañaveral (Florida) acoplados a la punta del cohete Falcon 9 ante la atenta mirada del presidente estadounidense, Donald Trump, la cápsula bautizada como "Dragon Endevour" fue recibida por la tripulación de la EEI.
"La tripulación de la expedición 63 da la bienvenida al Dragon Endevour y a la tripulación del programa comercial a entrar a bordo de la EEI", señaló el astronauta estadounidense de la NASA Christopher Cassidy, que, junto a los comonautas rusos Anatoly Ivanishin y Ivan Vagner, llegó a bordo del Soyuz el pasado 9 de abril.
Tanto el despegue como el atraque se realizaron sin problemas completando la primera parte de la misión Demo-2 que concluirá una vez que Behnken y Hurley retornen a la Tierra sanos y salvos tras certificar la funcionalidad del cohete, el transbordador y los sistemas de navegación.
EMOCIÓN Y FALSA ALARMA
Aún así, el comienzo de la misión no estuvo exenta de emoción, ya que las condiciones climáticas obligaron a posponer la misión el miércoles pasado y mantuvieron en vilo a millones de personas por varios minutos este sábado antes del despegue.
Y, una vez ya acoplados a la EEI, desde la Tierra se avisó a los astronautas de que una cremallera mal cerrada en el traje de Behnken hizo que se encendieran las alarmas de los ingenieros de SpaceX.
Afortunadamente, el astronauta hizo las comprobaciones pertinentes y el problema no pasó a mayores al comenzar con la despresurización de la cápsula.
Aproximadamente dos horas después de que la "Dragon Endevour" atracara en el laboratorio espacial los astronautas finalmente abrieron la escotilla a las 17.02 GMT, cerrando así la primera etapa de esta histórica misión, en la que por primera vez una nave de una empresa privada se acoplaba a la EEI.
EE.UU. RETOMA EL PROTAGONISMO ESPACIAL
Fue la conclusión de un vuelo que, en palabras de Trump tras el lanzamiento, pone fin a "décadas de inacción y años perdidos" y da inicio a "una nueva era de ambición estadounidense" ya que "ni siquiera la gravedad" puede detener a esta nación.
"Estados Unidos ha recuperado su lugar de prestigio como el líder mundial. No puedes ser el número uno en la Tierra si eres el número dos en el espacio. Y nosotros no vamos a ser el número dos en nada", reiteró Trump.
En similar tono triunfalista, Joshua Kutryk, controlador de misión de la estación espacial, felicitó desde Houston a SpaceX por este "magnífico momento en la historia" del sector al cambiar los viajes espaciales tal y como los conocemos actualmente y entrar en una "nueva era del transporte espacial".
Para conseguir el sueño de Musk de llevar humanos a Marte primero debía garantizar la capacidad de SpaceX de poner en órbita a astronautas de manera regular y segura, y el de este fin de semana es un buen paso en esa dirección.
Mientras tanto, la duración de la actual misión se desconoce, pero se estima que sea un periodo de entre 6 y 16 semanas durante las que los astronautas realizarán diversas investigaciones científicas y técnicas abordo de la EEI antes de regresar en la misma cápsula a la Tierra.