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VIRUS ASILO ANCIANO

Nuevo virus desnuda precariedades en asilos de ancianos de EEUU

Los brotes de coronavirus en asilos de ancianos en Washington, Illinois, Nueva Jersey y otros estados ponen al desnudo los problemas crónicos de estas instituciones, como la incapacidad para controlar las infecciones, la falta de personal y los bajos salarios que impiden a los empleados tomarse licencias por enfermedad.

El foco más virulento de COVID-19 en todo Estados Unidos fue justamente en un asilo: el Life Care Center de Kirkland, un suburbio de Seattle, donde se han registrado 35 muertes hasta el momento. Los investigadores federales creen que uno de los factores en este caso fue el hecho de que los trabajadores mal pagados fueron a trabajar a pesar de estar infectados e incluso posiblemente extendieron el contagio a otros establecimientos.

Aparte de ese foco, al menos 15 más han muerto y decenas han sido infectados en instituciones similares en todo el país: 46 infectados en Willowbrook, un suburbio de Chicago; cuatro muertos en dos instalaciones en Nueva Jersey; 13 infectados en Little Rock, Arkansas y 11 infectados más otros 30 con síntomas en Troy, Ohio.

“Los asilos para ancianos habrían sido grandes focos de cualquier manera, pero esto se magnificará dada la gran escasez de personal”, dijo David Grabowski, un profesor de la facultad de medicina de Harvard que ha estudiado el tema. “Podría ser peor que nunca en los asilos actuales”.

“Más perturbador aún, dijo, es que el 75% de los asilos del país no cumplen con las pautas federales sobre el mínimo de personal y muchos de los empleados carecen de experiencia. Cuatro de cada cinco empleados trabajan por hora y dadas las bajas remuneraciones, suelen renunciar para tomar empleos en el sector minorista y de restaurantes, justamente cuando han adquirido capacitación en la atención de los internos.

La crisis del coronavirus no vino a exacerbar los problemas de personal en los 15.000 asilos del país, dicen los expertos, pues las cuarentenas y los cierres de escuelas obligan a muchos de ellos a quedarse en casa y ocuparse de sus hijos.

“La gente más vulnerable está en una situación en que... los asilos no hacen lo que se debe hacer porque tienen poco personal, con capacitación insuficiente y muchas renuncias”, dijo Steven Levin, un abogado de Chicago que ha demandado a varios asilos. “Estoy aterrado”.

Otro factor es el control insuficiente cuando surgen los brotes de infecciones. Casi 10.000 asilos, un tercio del total, incumplieron al menos una medida de control en los últimos cuatro años, de acuerdo con un análisis de Kaiser Health News. Algunas de las “deficiencias” citadas parecen ser relativamente menores, tales como los registros incompletos, pero otras son más graves, como la de que el personal no se lava las manos antes de cambiar el pañal de un residente o les permiten caminar descalzos sobre un piso sucio.