INCENDIO

Mejoran las condiciones climatológicas para la extinción del fuego en Australia

Los bomberos de Australia se han enfrentado a vientos fuertes y temperaturas cálidas que han avivado los incendios, aunque se espera que las condiciones climatológicas mejoren a partir de este sábado.

Los profesionales han hecho frente a unas condiciones complicadas durante la noche, por lo que las autoridades han emitido advertencias de emergencia y órdenes de evacuación inmediata.

Tres grandes incendios se fusionaron en las fronteras de los estados vecinos de Nueva Gales del Sur y Victoria para formar un "mega incendio" que ha alcanzando ya más de 600.000 hectáreas. En ambos estados se han sucedido ráfagas de viento que han superado los 90 kilómetros por hora, mientras que las temperaturas han alcanzado los 44 grados en algunas áreas.

En Victoria, un incendio cerca de la ciudad de Wodonga obligó a realizar evacuaciones durante la noche. Mientras tanto, en Nueva Gales del Sur se desplegaron más de 3.500 bomberos.

El comisionado del Servicio de Bomberos Rurales (RFS), Shane Fitzsimmons, ha afirmado que varias personas han resultado heridas y los informes iniciales aseguraban que no había habido pérdidas materiales.

Fitzsimmons ha trasladado que se espera que el clima sea más frío durante la próxima semana por lo que se ofrecerá "algo de alivio" y ha señalado que "probablemente serán los mejores siete días que hayamos tenido sin que se aumenten las clasificaciones de fuego muy peligrosas que se acercan".

Más de 140 incendios siguen ardiendo en Nuevas Gales del Sur este sábado, aunque ninguno de ellos en el nivel de emergencia, mientras en Victoria existe una advertencia sobre uno de ellos.

Así, más de 10 millones de hectáreas de tierra se han quemado desde que comenzó la temporada de incendios en septiembre. Hasta el momento, 26 personas han muerto y miles de hogares han sido destruidos.

PROTESTAS POR LA POLÍTICA MEDIOAMBIENTAL

Mientras, miles de personas salieron a la calle este viernes en diferentes ciudades de Australia para protestar contra el Gobierno del primer ministro, Scott Morrison, y sus políticas medioambientales ante la terrible situación provocada en el país por los virulentos incendios forestales registrados durante los últimos meses.

Los manifestantes, que criticaron a políticos y agentes de la Policía por decir que los recursos tendrían que ser retirados de los frentes de fuego para gestionar las marchas, hicieron hincapié en la mala gestión de los incendios por parte de las autoridades en los estados de Nueva Gales del Sur, Victoria y Australia Meridional.