CUMBRE CLIMA
De repente, la cumbre del Clima pasó a ser la 'cumbre de Greta'
La repentina e imprevista llegada de Greta Thunberg al recinto ferial donde se celebra la Cumbre Climática de Madrid ha desviado todos los focos hacia la activista sueca y ha convertido la cita, aunque sea de momento, en la 'cumbre de Greta'.
Rodeada por impresionantes medidas de seguridad, la joven sueca ha sido en todo momento seguida por decenas de cámaras de televisión, fotógrafos, periodistas y jóvenes activistas de muchos países.
La joven ha accedido al recinto ferial por la "zona verde", el espacio abierto a la participación social, donde ha recorrido brevemente las instalaciones que tienen varias instituciones y organizaciones no gubernamentales, además de dejarse fotografiar con otros jóvenes activistas y voluntarios, en su mayoría españoles.
Greta Thunberg se ha trasladado minutos después hasta la "zona azul", la más "oficial" de la cumbre y gestionada por Naciones Unidas, donde un centenar de jóvenes de la organización Fridays for Future tenía programada una sentada reivindicativa.
La activista se ha sumado a esa sentada, donde después han formado un círculo cogidos de las manos y han cantado letras reivindicativas y eslóganes a favor de una mayor ambición climática.
La presencia de Greta en las instalaciones del recinto ferial ha desviado la atención de todos los medios de comunicación que cubren la cita para captar las primeras imágenes de la activista en la reunión anual del clima.
Una nube de 'flashes', cámaras, teléfonos móviles y grabadoras sobrevolaban los alrededores de Thunberg, y se han sucedido también los empujones en los accesos más estrechos, porque no solo periodistas querían una instantánea de la joven sueca.
La activista ha llegado hoy a Madrid en un tren procedente de Lisboa, ciudad a la que atracó tras cruzar el Atlántico en un catamarán junto a una familia australiana que le cedió un espacio en la nave.
Esta tarde tiene previsto dar una rueda de prensa en "La Casa Encendida", un centro cultural ubicado en Madrid, antes de sumarse a la manifestación convocada por varias organizaciones juveniles para reivindicar a las delegaciones oficiales un mayor compromiso con el clima y que pasen de las palabras a los hechos.
La activista ha estado en todo momento rodeada por un imponente servicio de seguridad integrado por personal de la seguridad privada contratada por la feria de Madrid y por agentes de seguridad de Naciones Unidas.