Bolivia vuelve a la calle rechazando candidatura de Morales

En puertas de la elección más reñida de la historia reciente de Bolivia, cuyo desenlace es incierto, el presidente Evo Morales afronta movilizaciones ciudadanas y opositoras en contra de su postulación a un cuarto mandato en los comicios del 20 de octubre.

Ayer miles se manifestaron en La Paz y en otras dos ciudades bolivianas convocados por organizaciones ciudadanas que reclaman respeto al resultado de un referendo que en 2016 dijo "No" a otra postulación del mandatario, quien lleva casi 14 años en el poder.

Las concentraciones también fueron para conmemorar 37 años de retorno de la democracia.

La semana pasada, una multitud que los organizadores estimaron en un millón de personas se manifestó en Santa Cruz, la ciudad del oriente más poblada y bastión opositor.

Ninguno de los rivales de Morales --el expresidente Carlos Mesa, segundo en las encuestas, o el senador ”scar Ortiz, tercero en los sondeos-- logró convocar movilizaciones similares, pero han participado de ellas.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo que esas marchas están movidas por la oposición "con fines electorales".

Ayer, el mandatario cerró campaña ante una multitud en las calles de la ciudad andina de Oruro de donde es oriundo.

Las encuestas proyectan que Morales obtendría el primer lugar, pero sin la mayoría suficiente para ganar en primera vuelta, por lo que podría enfrentar un incierto y apretado ballotage ante la posibilidad de que se una el voto opositor.

"Es la elección más reñida. Por primera vez en 14 años hay una opción política (Mesa) que puede ganarle a Morales", dijo a The Associated Press el analista político Jorge Dulón.

Una mayoría de las encuestas proyectan una diferencia menor a diez puntos entre el posible ganador (Morales) y el segundo lugar (Mesa). De ser así, ninguno tendrá mayoría en la Asamblea Legislativa y la gobernabilidad sería complicada, agregó Dulón.

Un desgate natural, escándalos de corrupción, un mal manejo de la crisis ambiental derivada de los incendios forestales y, sobre todo, el desconocimiento del resultado del referendo mermaron la popularidad del gobernante a pesar de una gestión económica con baja inflación, según los expertos.

Después de perder en el referendo de 2016, Morales forzó su postulación amparado en un controvertido fallo del Tribunal Constitucional.

Las movilizaciones ciudadanas buscan influir en el voto de los indecisos que, según las encuestas, fluctúa entre el 18% y 23%, pero también pretenden llamar la atención del Tribunal Supremo Electoral para que garantice la transparencia de los comicios.

"Esta marcha es para mostrar a la comunidad internacional que no todos están con Morales, porque es un candidato trucho (ilegal)", dijo Nicol Costas, una joven que dejó su carrito de comida callejera para participar del mitin en La Paz.

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