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Brexit

Borrell: "Quizá la mejor manera de saber qué quieren los británicos es convocar elecciones y preguntárselo"

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, ha afirmado este jueves que "quizá la mejor manera de saber qué quieren (los británicos) es convocar elecciones y preguntárselo", aunque también ha admitido que el Parlamento británico ha rechazado esa posibilidad hasta que no esté en vigor la ley que impide un Brexit sin acuerdo.

Así lo ha afirmado en una rueda de prensa junto a su colega austriaco, Alexander Schallenberg, en la que ha reconocido que no puede hacer una previsión de lo que sucederá porque el Brexit "se ha convertido en un fenómeno altamente aleatorio".

Eso sí, ha admitido que, tras las últimas decisiones del Parlamento británico, una salida "abrupta" ya no parece tan segura como hace una semana, cuando pudo ver a su colega británico en el marco de una reunión europea en Helsinki y este le dijo tajantemente que las opciones eran "salir o salir" ("to leave or to leave").

Borrell no ha acudido este viernes a la reunión convocada en el Palacio de la Moncloa para revisar los planes de contingencia -en su lugar lo ha hecho el secretario de Estado-- porque "no podía faltar" al acto de presentación de credenciales ante el Rey de los nuevos embajadores, ya que entre ellos estaba el británico, Hugh Elliot.

El ministro ha detallado que, por lo que ha explicado el embajador, el Gobierno británico no va a obstaculizar la aprobación de la ley que impide el Brexit sin acuerdo, pese a no estar de acuerdo con ella. Es más, desea que se apruebe cuanto antes, lo que en opinión de Borrell responde probablemente a la intención de convocar elecciones inmediatamente después, aunque ha dicho no tener certeza.

"De momento seguimos sabiendo lo que los británicos no quieren, y no quieren casi nada, lo que no sabemos es lo que quieren. Quizá la mejor manera de saber lo que quieren es convocar elecciones y preguntárselo", ha apuntado.

Para el ministro austriaco, Reino Unido, "quizá sin quererlo está tensando las cuerdas", porque en 48 horas "la situación ha cambiado completamente" y ahora se está hablando de la petición de una nueva prórroga. "Parece tendremos que afrontar eso, querrá decir que quieren otro acuerdo y eso necesita un tiempo" ha apostillado Borrell, que cree además que el Parlamento no querrá que se convoquen elecciones hasta que esa prórroga esté pedida.

Según Schallenberg, se espera que Reino Unido diga qué necesita para una "salida ordenada" y aceptada por el Parlamento y que todo el mundo asuma su parte de responsabilidad ante un asunto que "no se puede tomar a la ligera" porque afecta a la seguridad, a la economía y a muchos puestos de trabajo". Eso sí, también ha garantizado que no se romperá la unidad europea, tampoco en lo relativo a Gibraltar, un tema que está cerrado y "no se va a volver a abrir".

LOS PLANES DE CONTINGENCIA SON VÁLIDOS

En caso de un Brexit sin acuerdo, Borrell ha defendido que los planes de contingencia siguen siendo válidos y nada ha cambiado desde el punto de vista de su aplicación. Eso sí, a diferencia de Austria, ha dicho, que no tiene frontera con Reino Unido, España tiene que tener "especial preocupación" para ver cómo se administra la Verja con Gibraltar.

En este punto, ha dejado claro que el Gobierno hará lo posible para que no haya "distorsión" en el tránsito de trabajadores, aunque ha señalado que, "guste o no", el estatus jurídico va a cambiar y la Verja tendrá que regirse por las normas europeas que habrá que cumplir. "No vamos a hacer nada que no esté dentro del estricto respeto a las normas comunitaria pero haremos todo lo posible para que no haya ninguna distorsión en el tránsito de trabajadores", ha dicho.

Por otro lado, ha insistido en que los memorandos que se negociaron con Reino Unido sobre Gibraltar, aunque se hicieron en el "contexto" del acuerdo de salida, tienen "vida propia" y pueden ponerse en marcha, y los británicos no han "dicho nada que permita ponerlo en duda".

En cambio, el Tratado Fiscal no ha sido aprobado y ratificado porque el Gobierno español está en funciones, de manera que hasta que se pueda ratificar se mantendrá una situación "indeseable, no deseada e ineficiente económicamente" que España habría querido "resolver cuanto antes". "Es malo para la economía, las relaciones entre España y Gibraltar y la equidad fiscal, pero no queda más remedio que esperar", ha dicho.