turismo
Al mar en sorbitos
Tomar algo delicioso mientras disfrutamos a plenitud del panorama que nos rodea es fácil en cruceros. Cada crucero tiene una forma distinta de hacernos vivir esta experiencia.
Es posible que sea porque cuando un barco zarpa, si las condiciones climáticas son óptimas, los pasajeros se ven de lleno en un mundo totalmente azul con vastos horizontes de cielos sin nubes y mucha, mucha agua índigo, pero disfrutar de una bebida –ya sea alcohólica o sin alcohol—es un pasatiempo popular en los cruceros.
Tomar unos sorbitos de algo delicioso mientras disfrutamos a plenitud del panorama que nos rodea es fácil en cruceros. Hay paquetes de bebidas y una gran variedad de bares –algunos barcos cuentan con más de una docena de barras y unos tienen hasta 20, incluyendo en salones de observación donde se puede disfrutar de un café o jugo en la mañana al entrar en puertos y para ver bellos amaneceres y puestas del sol.
Entre los sorbitos en el mar favoritos de mi esposo Humberto y míos durante más de cuatro décadas navegando en cruceros, se encuentran las festivas copas de champán que nos dieron junto con un saludo de bienvenida al abordar nuestro último crucero, el Crystal Serenity de la línea Crystal. Ese toque especial se saborea mucho, pues es símbolo de las delicias que nos esperaban durante 11 días navegando por bellas islas del Caribe. Y cuando llegamos a nuestra cabina, teníamos una botella de champán esperándonos para disfrutar de otro brindis a nuestra buena fortuna que hicimos en nuestra terraza al salir del Puerto de Miami con sus rascacielos modernos y emprender rumbo a St. Lucia, St. Barts y otras bellezas de nuestro mar. ¡Esos fueron sorbitos que nunca se olvidan!
También lo son los deliciosos tés vespertinos que hemos disfrutado al son de música de piano y violín a bordo del Crystal Serenity. Estos eventos son memorables con temas, como el chocolate, fragantes tés, fina loza, y vistas del mar y los puertos en el salón de observación del barco, el elegante Palm Court adornado con palmas y mobiliario elegante contemporáneo.
Para buenas fotos
A veces los tés vespertinos se encuentran interrumpidos cuando alguien avista a un delfín o ballena y todo el mundo deja su taza de té y toma su teléfono o cámara para sacar fotos. Otros de nuestros tés favoritos incluyen los de la línea Cunard Line, con tés de la firma británica Twinings, y deliciosos dulces y emparedados que se disfrutan al son de música de piano. Y los tés con gran variedad de esta popular bebida de la firma Ronnefeldt en los barcos de Silversea, con música de piano y bandejas rebosantes de dulces y emparedados, han resultado para nosotros también inolvidables.
Otros sorbitos memorables en Silversea ocurrieron durante una expedición que tomamos al Ártico. Emprendimos una excursión en balsa motorizada en pos de osos polares, morsas y bellos témpanos de hielos tallados por el viento y el mar estaba tranquilo. A mitad del camino vimos que nuestra balsa se acercaba a otra y pensamos que nos iba a hablar un naturalista u otro expert que estaba en esa otra balsa, pero no, ¡se trataba de una “balsa-barra” y nos sirvieron copas de champán y fresas frescas desde esa balsa! De más está decir que nunca supieron más sabrosos el champán y las fresas que al disfrutarlos con los panoramas del Ártico.
También podemos mencionar sorbos como los que tomamos en ciertos parajes durante cruceros alrededor del mundo con Holland America.
En esos viajes nos sirvieron tazas de sopas frías en las cubiertas del barco mientras cruzábamos el Canal de Panamá y navegábamos por el Estrecho de Torres en el Arrecife Gran Barrera de Australia y otros puntos bellos en los trópicos. Camareros circulaban por las cubiertas con bandejas con sopas refrescantes incluyendo de piñas, fresas, cocos, guanábanas y plátanos.
Mientras navegábamos en destinos fríos, incluyendo Antártida nos servían sopas calientes incluyendo la sabrosa sopa de guisantes holandesa junto con deliciosos panecillos para calendar a los pasajeros, particularmente los que gustan permanecer por horas en cubierta con binoculares a mano para ver lo más posible en estos maravillosos parajes.
Y a veces, no solamente dónde sino cómo se sirve una bebida es lo que hace al momento más memorable. Un ejemplo de esto lo hemos disfrutado en barcos de Princess Cruises. Aunque casi todas las líneas de cruceros ofrecen un brindis con champán al finalizar una travesía, éste va más allá con su “Champagne Waterfall” (Cascada de champán) típicamente en el Atrio del barco en la última noche de gala del crucero.
Cuando las condiciones del mar lo permiten, se disponen 432 copas en forma de pirámide. Un oficial del barco vierte champán en la copa en la cima de la pirámide y el delicioso líquido desciende por la pirámide llenando cada copa como una cascada. Los pasajeros pueden posar para fotos vertiendo el champán desde el tope de la pirámide si desean. Es un toque sumamente festivo y un momento en que nosotros aprovechamos para recordar los puntos sobresalientes de la travesía, como cuando avistamos una ballena azul, tan grande como un avión 747 durante una excursión por balsa motorizada en el Mar de Cortés, desde Cabo San Lucas. ¡Inolvidable, como los sorbitos de la cascada de champán!