Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

¿Quién educa al pueblo?

La transfiguración del Señor

Maruchi R. de Elmúdesi

Maruchi R. de ElmúdesiArchivo LD

Avatar del Listín Diario
María Teresa R. ElmúdesiSanto Domingo, RD

Segundo domingo de Cuaresma, y las lecturas de hoy tienen que ver con la vocación de Abraham. Dios nos ama y nos ilumina.

Este evangelio nos habla de la transfiguración. Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y se los llevó a una montaña alta. Se transfiguró ante ellos y su rostro resplandeció como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Él. Entonces Pedro tomó la palabra y les dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.

Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: “Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto, escuchadle”.

Al oír, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y tocándolos les dijo: “Levántense, no teman”.

Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús solo.

Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: “No cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos”.

Esto se les quedó grabado, y discutían que querría decir aquello de “resucitar de entre los muertos”.

Muchas veces tampoco nosotros entendemos. Sin embargo, por la fe que se nos ha dado, creemos.

No podemos tener a Jesús en la mente y el mal en nuestro corazón. Los discípulos deben bajar del monte para ver la divinidad de Jesús. También nosotros debemos bajar y asumir como Moisés a veces cargados de dificultades.

En la santa eucaristía Jesús se transforma en presencia diaria como con los apóstoles en la transfiguración.

Y decimos con el salmo de hoy: “Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida”. ¡Amén!