Carlos Clander: “Mi objetivo es proyectar una imagen que transmita confianza y autenticidad”

“Decidí que algún día me gustaría vestir así”. Más tarde, empezó a comprar revistas de moda que llegaban al país y a leer todo lo relacionado con esta industria y los desfiles.

Hoy, Carlos Andrés es asesor, consultor y estilista de imagen. “Me considero un arquitecto del buen vestir, alguien que ha superado sus propias limitaciones y barreras para construir sus sueños en el mundo de la moda”.

Además, ha formado parte de grandes plataformas de eventos de moda, concursos de belleza, consultoría de imagen para políticos, así como la dirección creativa de revistas y proyectos cinematográficos.

Como manejador del tema, surgió la interrogante: “¿Cuál es diferencia entre un estilista de moda, un asesor y un consultor de imagen?”. De inmediato, respondió que radican en sus enfoques y áreas de especialización. Entonces, procedió a explicar:

“El estilista de moda tiene como enfoque la ropa y accesorios, su función es seleccionar y combinar prendas para crear atuendos específicos, ya sea para sesiones de fotos, eventos, o el uso diario. Sus clientes suelen ser celebridades, modelos o empresas que contratan servicios para algún editorial e incluso marcas de moda para sus campañas”, indicó.

Continuó explicando que el asesor de imagen debe preocuparse por la ropa, maquillaje, peinado y lenguaje corporal. Básicamente, su misión es ayudar a las personas a mejorar su apariencia para alinearla con sus objetivos personales o profesionales.

Este tipo de contrataciones la suelen hacer personas que desean mejorar su apariencia y proyección personal.

Aclarada estas dos especialidades, pasó a explicar las funciones de un consultor de imagen. “Es más integral que un asesor, incluye aspectos como comportamiento, comunicación y presencia”.

Este profesional se encarga de trabajar para mejorar la imagen completa del cliente, tanto a nivel personal como profesional. Además, crea estrategias visuales con el estilismo.

Incluyó, una especialidad que se vuelve cada vez más importante, el consultor en imagen pública. Su enfoque está en la percepción pública y mediática de una persona o entidad, y su función principal es gestionar la imagen de figuras que trabajan de cara a la sociedad, empresas o instituciones, incluyendo estrategias de comunicación, manejo de crisis y relaciones públicas.

Cualquiera de estas funciones necesitan agotar un proceso que comienza con el conocimiento profundo del cliente, comprendiendo tanto sus fortalezas como sus limitaciones.

“Este enfoque es fundamental para lograr un cambio perdurable en su imagen. Una vez que el cliente ha explorado su imagen interna, trabajamos en traducir esto en términos de estética: color, formas y tejidos”.

De esta forma se crea una estrategia de vestuario que sea atemporal y alineada con sus metas personales y profesionales. “Para mí, la mayor satisfacción radica en transformar vidas a través de la consultoría de imagen. No simplemente visto, sino que resuelvo problemas”, aclara Carlos.

Para Clander, lo más importante es que las personas se sientan cómodas con lo que ven en el espejo. “Para mí, crear un atuendo es agregarle un toque de elegancia. Si bien mis trabajos reflejan elegancia, mi objetivo es proyectar el poder de una imagen poderosa que transmita confianza, seguridad y autenticidad personal”, agrega.

Antes de despedirse, explicó con más detalle el estilismo para celebridades. En este caso, su enfoque principal es la esencia única de cada persona.

La idea no es simplemente seguir tendencias de la moda, es más bien ayudar a cada individuo a descubrir quién es y qué lo hace particular.

“Este enfoque no solo promueve la autenticidad, sino que también genera confianza en cada cliente, asegurando que ninguna persona se parezca a otra”.