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El estómago y los intestinos: el verdadero centro de nuestras emociones

Durante siglos, el corazón ha sido considerado el símbolo de las emociones humanas. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que el verdadero centro de nuestras emociones podría estar en el sistema digestivo, específicamente en el estómago y los intestinos. Este sistema es a menudo llamado el "segundo cerebro".

El estómago y los intestinos están conectados al cerebro a través del nervio vago, una vía de comunicación bidireccional que influye en nuestro estado emocional. Además, los intestinos son el hogar de millones de neuronas y producen alrededor del 95% de la serotonina del cuerpo, un neurotransmisor clave en la regulación del estado de ánimo.

Como también lo corroboró el Dr. Alberto Santana afirmando en una reciente entrevista en el programa Hora de Té: “Sabemos más de la conexión que hay mente, cuerpo, cerebro, intestino. O sea, antes creíamos que todo era el cerebro y corazón. Pero hoy sabemos que todas las emociones, tanto las alegrías como la tristeza, depresión, provienen del estómago, no del corazón y del cerebro”, explica

 

“Y una cosa muy importante, antes creíamos que la hormona de la felicidad, que se llama serotonina, se producía en el cerebro. Digamos que el 90% se produce en el intestino, o sea, que las emociones cambian nuestra actitud hacia la vida. Si estamos deprimidos se nos quita el hambre. Si estamos enamorados, sentimos maripositas en el estómago”.

El galeno asegura que el estrés paraliza la digestión, aumenta el ácido, produce colitis, gastritis. ¿Y la felicidad? Provee deseo de comer, de bailar, de reír y eso hace que tenga una digestión mejor. 

O sea, que para tener una buena salud digestiva debe tener una mente bien programada, activa y que puedas controlar. 

Agrega que “cuando una persona está muy nerviosa o bajo estrés, regularmente le da deseo de ir al baño y se producen algunas diarreas en algunas personas, colitis, inflamación intestinal. De lo que se puede colegir que si una persona logra armonía, paz mental, también va a lograr bienestar en todo tu organismo, especialmente en el intestino”.

La microbiota intestinal también juega un papel crucial. Los microorganismos que habitan en nuestros intestinos afectan directamente las señales que se envían al cerebro.

 Estudios han demostrado que un desequilibrio en estas bacterias puede llevar a trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión. 

Al respecto, el Dr. Santana, quien tiene más de 25 años estudiando la Microbiota y ha dado conferencias de esta en distintas partes del mundo, asegura que “hay bacterias que intercambian su acción con el cerebro. Antes creíamos que el cerebro era estéril y tiene muchas bacterias buenas que con el intestino pueden cambiar. Entonces, comerte algo que te produzca un dolor de estómago, puede producir depresión, náusea y vómitos”. 

“Antes se pensaba que eran solamente por la fiebre y el malestar. Es por la interconexión que hay en el intestino y el cerebro”, continúa diciendo.

 Defiende que la práctica del yoga es muy bueno y realizar actividades que proveen tranquilidad. Rodearse de personas y escenarios gratos. Ejercicios de respiración, respirando profundo, exhalando e inhalando produce mejoría.

Por lo tanto, mantener un sistema digestivo saludable es esencial no solo para el bienestar físico, sino también para el emocional.

 Al nutrir nuestro "segundo cerebro" con una dieta balanceada y probióticos, podemos influir positivamente en nuestras emociones, demostrando que el amor y la felicidad podrían residir en nuestro estómago más que en nuestro 

//BOTON TEMPORAL FLIPPAY