REALIDAD Y FANTASíA

Cultivando la tierra

María Cristina de Carías

María Cristina de CaríasArchivo LD

Hay días de días. Emma anda muy ocupada pues su famoso huerto por fin empezó a dar frutos. La verdad es que es un huerto milagroso pues con la tromba de hace unos días, todos creímos que se había echado a perder. Pero para nuestra sorpresa empezó a crecer y ya tenemos tres flamantes tomates.

No sabemos a ciencia cierta en qué consisten las demás siembras, porque los papeles sí se los llevó el temporal.

Emma todos los días le pasa revista al huerto. De lo que yo estoy segura es de una mata de lechosa y otra de piña. Ella dice que también hay de limoncillo y que le parece que otra ya muy alta es de perejil. Yo de horticultura no tengo ni la menor idea. El huerto es propiedad exclusiva de mi abnegada cocinera, así que salga pata o gallareta, nos comeremos los frutos del huerto como sea.

Yo he sembrado nísperos, limones y aguacates, también tengo una matica de cacao que inclusive floreció. Veremos qué resulta de tanta siembra, sin contar los tarros con flores que están en todo su esplendor. Hasta la trinitaria se ha llenado de flores, en fin, que cultivar la tierra es nuestra última afición y no tiene ocupadas, sucias, entretenidas y satisfechas. 

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