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“Recordamos a nuestros docentes por como nos hacían sentir”
El uso desmedido de dispositivos electrónicos ha contribuido a problemas de concentración y cambios en nuestro cerebro, lo que requiere adaptaciones en la forma de educar, opina el catedrático e investigador canario Javier Romero Naranjo, creador del método BAPNE.
Con una larga trayectoria como educador, primero en secundaria y luego en la universidad, Javier Romero Naranjo encontró que al conversar con sus colegas, salía a relucir el mismo tema: la falta de atención y concentración de los estudiantes.
El problema, según el catedrático e investigador canario, se ha agudizado como consecuencia del uso persistente de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Así como la percepción visual cambió tras la invención de la imprenta en 1440, llevando al desarrollo de anteojos y otros dispositivos, Romero señala que la tecnología ha incidido en la forma en que el ser humano procesa la información.
“Nuestro cerebro ha cambiado”, asegura el experto en neuromotricidad y coordinación motora, y catedrático de la Universidad de Alicante. ¿Cómo afectaría a los estudiantes y a la realidad que se vive en el aula? De varias maneras.
La sobreestimulación por el uso desmedido de dispositivos electrónicos puede acarrear una disminución en la atención y la memoria.
Por otro lado, la ausencia de límites en el uso de estos aparatos trae consigo la privación del sueño entre los estudiantes, que se encuentran en una etapa crucial del desarrollo neuronal.
Romero comenta que la Organización Mundial de la Salud ha alertado de un posible aumento en los casos del mal de Parkinson debido a que muchos adolescentes de hoy duermen una media de solo cuatro o cinco horas por día.
“Un adolescente que no duerme en la época de la poda neuronal, a nivel neurológico es fundamental, y van a los centros a los colegios sin dormir y el profesor ya casi se tiene que convertir en un animador sociocultural porque el estudiante está dando cabezazos”, añade el experto.
Rol del maestro
En un contexto de lucha por atraer la atención de los alumnos, muchos profesores continúan utilizando metodologías obsoletas, como la forma “jerárquica industrial militar” de impartir docencia.
“El profesorado se está viendo con una hipersaturación de nueva información que no le dieron en la universidad, y la universidad muchas veces tiene sistemas obsoletos. Utilizamos muchas veces metodologías inspiradas en el siglo XIX para profesores del siglo XX con alumnos del siglo XXI que tendrán hijos en el siglo XXII”.
La educación debe ser emocionante y relevante para los estudiantes, afirma Romero, porque el ser humano recuerda lo que le emociona, mientras que lo que no lo emociona no lo recuerda.
“Yo tengo que dar información lo más vinculada, muchas veces, a las emociones para que tú me recuerdes. De hecho, nosotros recordamos a nuestros docentes, los mejores, por como nos hacían sentir, y después iba el contenido”, explica Romero, que estuvo en República Dominicana como parte del evento “La educación emergente”, gira de innovación educativa de Grupo Mentora y Progrentis.
Por eso, dice, se necesitan profesores apasionados y actualizados que puedan inspirar a los estudiantes a aprender.
El catedrático e investigador reconoce que los desafíos que enfrentan los docentes van más allá, y que, a pesar cargar sobre sus hombros una “responsabilidad social tan grande”, el maestro está “muy mal pagado”.
Método BAPNE
Romero desarrolló un método de estimulación cognitiva, socioemocional, psicomotriz y neurorrehabilitativa que emplea la percusión corporal como recurso didáctico.
El método BAPNE (acrónimo para biomecánica, anatomía, psicología, neurociencia y etnomusicología) integra aspectos como la neuromotricidad y la coordinación motora para estimular el aprendizaje, “pero que la coordinación no motora no sea ‘perreo’, sino que sea una cosa bien fundamentada y bien estructurada”, aclara.
¿Puede este método ayudar a contrarrestar la falta de atención en los chicos de hoy? “Nosotros sí tenemos estudios que así lo demuestran, pero siempre digo que nosotros necesitamos estudios longitudinales de más largo plazo”, asegura el investigador.
Estudios con grupos de control han mostrado una mejora “muy alta” de la red atencional.
Importancia social de la música
Con una formación inicial en geografía e historia, Romero se doctoró en musicología en Alemania y se especializó en música antigua.
Más tarde, sus investigaciones lo llevaron a África, donde exploró la riqueza musical y cultural de las comunidades locales, y descubrió cómo la música se integraba en sus vidas como una herramienta para mecanizar y aliviar el trabajo.
Para Romero la conexión con la música ayuda a fortalecer aspectos cognitivos superiores, como la atención, la concentración y el trabajo en equipo.
Javier Romero Naranjo es profesor titular y coordinador de departamento en la Universidad de Alicante. Es experto en neuromotricidad y coordinación motora, con más de 50 publicaciones en Web of Science.
Dirige el grupo de investigación sobre neuromotricidad y alfabetización motora con más de 90 investigadores que han producido cerca de 200 publicaciones científicas.