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ALERTA EN EL HOGAR

Productos de uso cotidiano que pueden causar daño a la salud

Lo ideal es que los usuarios conozcan los componentes químicos de cada producto que utilizan y sigan al pie de la letra su proceso de aplicación incluido en las etiquetas.

Lo ideal es que los usuarios conozcan los componentes químicos de cada producto que utilizan y sigan al pie de la letra su proceso de aplicación incluido en las etiquetas.Istock

Muchos de los productos químicos de uso diario en el hogar contienen sustancias tóxicas, reactivas, corrosivas, explosivas o inflamables que ponen en riesgo la salud de las personas y del medio ambiente.

Estas sustancias químicas están presentes en los detergentes, desinfectantes y otros productos de limpieza, pinturas, juguetes, materiales de construcción, tejidos e incluso en el maquillaje.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la seguridad química tiene muchos componentes científicos y técnicos como la toxicología, la ecotoxicología y el proceso de evaluación de riesgos químicos “que requiere un conocimiento detallado de la exposición y de los efectos biológicos”.

“Sin embargo, los datos solo están disponibles para una pequeña cantidad de exposiciones químicas y las personas están expuestas a muchas más sustancias químicas todos los días”, sostiene el organismo. 

Lo ideal es que los usuarios conozcan los componentes químicos de cada producto que utilizan y sigan al pie de la letra su proceso de aplicación incluido en las etiquetas.

Pese a ello, muchos productos caseros de uso masivo se fabrican, se venden y se consumen sin tomar en cuenta este rigor. Conoce algunos de ellos y considera en lo adelante tomar más en serio su aplicación.

Lejía (hipoclorito de sodio). Se usa para limpiar y destapar cañerías y para quitar manchas. Es una combinación de hidróxido de potasio, ácido sulfúrico y ácido clorhídrico (ácido muriático). Es un producto corrosivo para la piel. Puede provocar quemaduras, daños en los ojos, dolores abdominales y vómitos. En el medio ambiente, es un contaminante del agua.

Lavaplatos. Muchos detergentes lavaplatos contienen fosfatos y cloro, sustancias químicas que produce problemas respiratorios e irritaciones en la piel. Los fosfatos también contaminan el agua.

 Limpiadores del horno. Muchos se elaboran con lejía. Su uso excesivo puede afectar los pulmones y hasta provocar asfixia. Son contaminantes de la capa de ozono.

¿Usas Arizolín? El hidróxido de sodio, hidróxido sódico o hidrato de sodio, también conocido como sosa cáustica o soda cáustica, es un hidróxido cáustico usado en la fabricación de papel, detergentes y tejidos. Con él se elabora el popular desinfectante Arizolín, muy usado en el país para limpiar especialmente los inodoros. La exposición y contacto con esta sustancia provoca quemaduras, irritación y úlceras en la piel; dificultad respiratoria y, de ingerirse, problemas graves en la garganta, el estómago y los intestinos.

Cloro líquido. La exposición directa puede provocar irritación en la garganta, la nariz y los ojos; en un nivel alto, podría alterar el ritmo respiratorio y provocar daños en los pulmones.

Matarratas. Muchos insecticidas usados para matar ratas y cucarachas contienen cianuro, talio, carbonatos, organofosforado y estricnina. Estos compuestos químicos podrían causar cáncer y problemas en las vías respiratorias, además de que contaminan la capa de ozono.

Formol. El formaldehído está presente en muchos productos. Es muy volátil. Las personas con asma deben evitar exponerse a este compuesto químico. Las complicaciones por su ingesta puede provocar la muerte.

Productos para el pelo. En la elaboración del shampoo se usa amoniaco, naftalina, el disolvente percloroetileno y fragancias sintéticas que podrían causar mareos y náuseas.

Etanol. La ingesta de alcohol medicinal, etanol o alcohol etílico podría provocar problemas del hígado, náuseas y vómito.

Plomo.  La presencia de plomo en polvos para uso religioso, cosméticos, pinturas, esmaltados, plomería, agua y alimentos contaminados es un riesgo para la salud.

“Una vez dentro del cuerpo, el plomo se distribuye hasta alcanzar órganos como el cerebro, el hígado, los riñones y los huesos. Se deposita en dientes y huesos, donde se va acumulando con el paso del tiempo. El plomo almacenado en los huesos puede volver a circular por la sangre durante el embarazo, con el consiguiente riesgo para el feto”, alerta la OPS.

Cremas para aclarar la piel. Algunas pueden contener mercurio, un elemento muy tóxico que se absorbe fácilmente a través de la piel.

¿Desea saber más? La Organización Mundial de la Salud (OMS) pone a disposición de los usuarios guías sobre salud y seguridad (HSG) que brindan una información concisa, usando un lenguaje no-técnico, a aquellos que deban tomar decisiones sobre los riesgos de exposición a ciertos productos químicos, incluyendo recomendaciones prácticas sobre temas medicales y administrativos. Los encuentra ordenados alfabéticamente en www.inchem.org/pages/