Metas de año nuevo
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En el ámbito financiero, afectivo, familiar o personal, es beneficioso enfocarse en aspectos que dignifiquen nuestras vidas y correspondan con lo que deseamos o entendemos que merecemos.
A medida que comienza un nuevo año, muchas personas establecen objetivos y metas. Este año en particular, en numerología, es un año 8, que es el símbolo del infinito y frecuentemente se asocia con la transformación y el equilibrio en los dos planos, material y místico.
Los objetivos que nos proponemos alcanzar usualmente se centran en mejorar la calidad de vida y en el desarrollo de diferentes aspectos según la propia necesidad de cada uno. Para lograr los propósitos y metas, es fundamental enfocarse en situaciones que dignifiquen nuestro quehacer y nos hagan sentir verdaderamente motivados.
Todos tenemos nuestras propias prioridades, sin embargo, la salud debería ser la principal para todos. Cuando se carece de salud física o mental, el resto se lesiona. El insomnio, por ejemplo, impacta de manera perniciosa la productividad laboral y financiera, y vulnera nuestros afectos.
Uno de los aspectos de gran importancia al establecer nuestros objetivos es el afectivo. Es importante establecer una relación saludable y armoniosa con nuestros seres queridos y allegados. En la familia, el eje principal de donde emergemos, la consanguínea y la elegida por afinidad o resonancia (los amigos entrañables), hay que cultivar los vínculos y trabajar en equipo para resolver conflictos y enfrentar desafíos, pues resulta de gran soporte cuando nos quebramos ante las calamidades propias de nuestro andar. Es importante dedicar tiempo y atención y creando recuerdos inolvidables.
Otro aspecto esencial al momento de establecer nuestros objetivos es el financiero. Si nos encontramos con deudas o nos falta dinero para cubrir nuestras necesidades básicas, es difícil concentrarnos en otros sectores de nuestra vida. En verdad, el dinero no trae la felicidad, pero cuando se va, se la lleva. Por esta razón, es importante establecer metas financieras realistas que nos permitan mejorar nuestra situación económica y poder enfocarnos en el crecimiento personal.
Finalmente, no menos importante, es fundamental desarrollar prácticas que nos ayuden a entender nuestro propósito de vida: la meditación, la escritura, la reflexión o la práctica de algún deporte o actividad que nos guste. El objetivo es encontrar un espacio para nosotros mismos donde podamos realizar tareas para nuestra propia gratificación o crecimiento, ya que nos ayuda a ser auténticos, fortalecernos y encontrar nuestro lugar en el mundo.
En resumidas cuentas, para lograr los propósitos del año, es beneficioso enfocarse en aspectos que dignifiquen nuestras vidas y correspondan con lo que deseamos o entendemos que merecemos. Esto puede ser en el ámbito financiero, afectivo, familiar o personal. Al establecer metas realistas y enfocadas en estas áreas, podemos mejorarnos y alcanzar nuestros objetivos personales.
Existen algunas herramientas claves para ayudar realizar nuestras aspiraciones como el vision board o el mapa del tesoro de escuelas metafísicas antiguas, que ayudan a mantener el enfoque. La cantidad de metas va a depender de la capacidad de expansión y realización de cada uno. Un buen número podría ser cinco; no recomendaría más de siete, para mantener la concentración. Se recortan fotografías de los deseos convirtiéndolos en metas y poniendo una fecha en la que sería realizado. Se firma y se conserva en la más estricta intimidad.