Tribuna abierta
Viajar a un mundo de infinitas posibilidades
Eran las 7:20 a.m. cuando abordé por primera vez un avión y me sumergí en una experiencia distinta, en otros aires, en otros miedos... en otro sueño tachado.
La emoción que me invadía era indescriptible, una mezcla de nerviosismo y felicidad que pulsaba a través de cada fibra de mi ser.
El viaje con destino a Brasil comenzó en el Aeropuerto Internacional de las Américas, con escala en Panamá y finalmente, después de 10 horas de vuelo, mis ojos se despertaron con las luces de São Paulo y un clima distinto al del Caribe.
No, no estaba devorando un libro ambientado en otras ciudades ni admirando fotografías de destinos exóticos. Estaba saboreando la promesa de aventura que el mundo tiene para ofrecerme.
La sensación de hacer algo por primera vez, de abrazar lo desconocido, era embriagadora.
No había espacio para la complacencia ni para la rutina. Todo estaba por descubrir y experimentar.
Esta vibrante metrópolis brasileña, que se alza como uno de los centros económicos más importantes de América Latina, fue el escenario para cumplir un sueño que durante años había estado tejiendo para un futuro lejano.
Sus imponentes rascacielos y la rica mezcla de culturas hacen de esta ciudad un destino fascinante para los amantes de la arquitectura y los negocios; y una inspiración constante para mantener viva la poesía.
Como periodista de Listín Diario, me embarqué en esta misión especial hacia São Paulo para cubrir uno de los eventos empresariales más importantes del año: “Eco Connect Summit Latam 2023”, organizada por la empresa de tecnología y comunicaciones Huawei.
Inmersa en el mundo de la innovación y la digitalización, y con perspectivas de los líderes empresariales más influyentes de la región, también recorrí las calles de esta ciudad como una niña a la que no le cabía el corazón en las manos.
Además de los negocios, la vista que ofrece São Paulo es espectacular. En mi recorrido por la ciudad tuve la oportunidad de visitar lugares emblemáticos como la Avenida Paulista, la Biblioteca Mário de Andrade, la Catedral Metropolitana de São Paulo y el Parque Ibirapuera.
Con cada uno de estos rincones me abrí puertas adentro, los observé con atención y me permití imaginar otros destinos que, al igual que este, me invitan a descubrir un mundo lleno de posibilidades infinitas, donde los medios se entrelazan y los sueños se hacen realidad.