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¿Son los periodistas defensores ambientales? Un debate a la luz de Escazú

Imagen de archivo.

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El Acuerdo de Escazú procura dar protección en Latinoamérica y el Caribe a los defensores ambientales, pero no está claro si el tratado da amparo a los periodistas, algunos de los cuales han perdido la vida en el empeño de informar sobre asuntos medioambientales.

El tratado regional, que entró en vigor hace dos años y fue eje de una reunión de sus 15 Estados, parte que concluyó este viernes en Buenos Aires, tiene entre sus objetivos garantizar el acceso a la información y la participación pública en los procesos de toma de decisiones en asuntos ambientales, dos derechos en los que los medios de comunicación tienen un rol clave.

Pero, además, el pacto prevé crear instrumentos de protección a los "defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales", comprometiendo a los países que ratificaron el acuerdo a prevenir, investigar y sancionar amenazas, ataques e intimidaciones a estas personas.

Se trata de un compromiso vinculante central en una región que se mantiene como la más peligrosa del mundo para el activismo ambiental.

Según el más reciente informe de la asociación internacional Global Witness, presentado en septiembre pasado, 157 de los 200 asesinatos de defensores ambientales perpetrados en el mundo en 2021 se registraron en Latinoamérica.

Pero ¿son los periodistas enfocados en las problemáticas ambientales considerados "defensores de los derechos humanos en asuntos ambientales" y, por tanto, alcanzados por el Acuerdo de Escazú? Ese es un debate aún pendiente.

ALTO RIESGO

"El acuerdo no contempla a los periodistas dentro de la categoría de defensores ambientales", dijo a EFE la periodista argentina Pilar Assefh, cofundadora de Periodistas por el Planeta, una asociación civil que trabaja para impulsar una nueva narrativa sobre la crisis socioambiental con una visión desde América Latina.

Para Assefh, resulta fundamental "empezar a trabajar para incluir a los periodistas dentro de este marco de este protección" del Acuerdo de Escazú, "porque hay muchos periodistas en los territorios, y también en las ciudades, que están expuestos a situaciones de violencia física, verbal y psicológica por su cobertura de temas ambientales o de los conflictos puntuales" que se desatan por daños al medioambiente.

De acuerdo con un informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), Latinoamérica es la región más mortífera para los periodistas, con 30 comunicadores asesinados en 2022, sobre un total de 67 en todo el mundo.

Entre los homicidios incluidos por CPJ en su informe está el del periodista colombiano Rafael Moreno, asesinado en octubre de 2022 tras recibir amenazas y que investigaba, entre otras cosas, el impacto de la minería, y los del periodista británico Dom Phillips y del activista indigenista Bruno Pereira, asesinados mientras trabajaban en una investigación en una zona remota de la Amazonía de Brasil en junio de 2022.

El caso más reciente es el del periodista y activista ambiental Abisaí Pérez, asesinado en febrero pasado en México.

PROTECCIÓN

Para César Gamboa, director ejecutivo de la organización Derecho, Ambiente y Recursos Naturales, el Acuerdo de Escazú sí da amparo a los periodistas, porque la letra del tratado comprende en su artículo 9 a "personas, grupos y organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos en asuntos ambientales", lo que, a juicio de este abogado peruano, incluye a los profesionales de la comunicación.

"Evidentemente el Acuerdo de Escazú apunta a proteger a estos actores que tratan de buscar información, tratan de desvelar, por ejemplo, actos de corrupción o impactos ambientales y sociales que ocurren en toda América Latina y que se ven hostilizados y en muchos casos asesinados", dijo a EFE Gamboa.

Aunque el rol de los periodistas no ha sido un asunto puntual de la agenda oficial de la segunda reunión de la Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú, celebrada en Buenos Aires, los activistas confían en que la labor de los comunicadores sea contemplada específicamente en los planes de acción para la implementación del tratado.

"El periodismo ambiental tiene un rol muy importante, no solamente para trasladar la información, sino como defensor ambiental", señaló a EFE la chilena Karla Maass, representante de Climate Action Network en Latinoamérica.

Según Maass, el desacuerdo actual sobre si los periodistas están o no alcanzados por el tratado deviene del "matiz" de interpretar si estos son o no "defensores de los derechos humanos", un debate que está esperanzada que se zanje pronto para que, en el futuro, incluso se incorpore alguna "cláusula especial para que, efectivamente, los periodistas ambientales se sientan protegidos por el acuerdo".